Everette.
- Eso es ridiculo.- Asmodeo rueda los ojos.
- Te estoy diciendo la verdad, ahora dime si tu sabias que ella de alguna forma era una celestial y por eso decidiste cobrarte el favor que te debia al darmela.- entrecierro mis ojos de forma amenazante.
- Amigo, hermano, te juro por los pecados capitales y la gran ramera que no lo sabia. No sabia que siquiera fuera posible que un alma celestial pudiera ser asignada a un demoniaco. Tu sabes que fue asignada a mi, no queria lidear con el entrenamiento y la formacion de un nuevo demonio, ademas ya estaba algo idiotizado por Shameena en ese entonces, no podia estar junto a alguien mas.-
Suspiro mientras asiento, por mas que desee despedazar todo lo que me rodea, no puedo desquitarme con Asmodeo.
- Entiendo.- murmuro derrotado mientras alboroto mi cabello. - Siento que esta situacion me sobrepasa.-
- Solo estas estresado, necesitas tranquilizarte y pensarlo con calma, y sobre todo, no te enojes con Aisha.-
- Siento que soy un idiota, Asmodeo. ¿Sabes cuan imbecil me siento? No me percate que ella no pertenecia aqui, yo me equivoque, cuando yo jamas me equivoco, es por eso que fue tan dificil convertirla en un demonio, y justo cuando aparece su marca demoniaca tambien aparece esa marca celestial.-
- Todo esto es muy extraño.- asegura de acuerdo conmigo. - Creo que no tienes mas opcion que ir.-
- No puedo creerlo, odio estar en ese lugar.-
Asmodeo lanza una sonrisita burlona y yo lo fulmino con la mirada.
- Dales saludos a los Celestiales de mi parte.-
- Maldito seas Asmodeo.- escupo irritado.
El susodicho suelta una carcajada.
- Que la oscuridad se encuentre en tu camino.- se despide.
- Y guie mi destino.-
Asi que no tengo opcion despues de todo, necesito ir al reino Celestial para averiguar porque mi alma tiene su marca, lo peor de todo esto es que tengo que llevarla conmigo. De alguna forma, esto me da algo de inquietud, no soy muy propenso a experimentar tal cosa, pero la idea de que Aisha elija una vida junto a los celestiales suena...
Triste.
Maldita sea, ni siquiera puedo creer que yo mismo me permito estar afectado por esto, es estupido.
Me materializo en la habitacion de mi palacio, Aisha estara en alguna parte del mismo, por lo que decido liberar por un momento lo que tanto reprimo, mis alas. Recuerdo que cuando era apenas un pequeño demonio, me sentia muy mal de tener alas, ningun demonio tenia alas como las mias, añoraba mas que nada tener las tipicas alas de dragon o de gargola que los demonios podian unir a sus cuerpos.
Pero yo nunca podre hacer eso, mis alas son una evidente muestra de que sin importar cuanto me esfuerce, sin importar cuanto lo desee, no podre arrancar esa parte de mi que no deseo.
Jamas podre dejar de ser un repulsivo he insipido celestial.
Gracias al reflejo del espejo veo sus ojos azules, estos me observan fascinados, Aisha camina lentamente hacia mi y acaricia timidamente una de mis alas, las blancas pulmas la dejan hipnotizada, suspira cuando nota el delicado material que las compone.
- Si tienes alas, ¿por que nunca las usas?- inquiere luego de un largo silencio.
- Porque tambien herede el poder de materializarme como cualquier demonio.- respondo en tono neutro.
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Pasión Infernal
Romance¡Bienvenido al infierno! El purgatorio está a la derecha, el salón de almas malignas a la izquierda y... Mejor dejo que lo recorras por tu cuenta. Solo ten cuidado, nada es lo que parece, nadie es completamente bueno aquí. ¿Has sido malo? Por estas...