Hamza.
-¿No crees que es muy pronto, hermano? La situación es demasiado tensa, Assim ha desaparecido, nada es claro. Si nos quedamos un poco mas...-
-¿Esperar mas?- lo corto antes de que finalice esa frase, porque se con la certeza de los tres reinos que repudiare su sugerencia mas que nada. -¿Mas tiempo en las sombras?-
Justo donde nos encontramos en estos momentos, otro día de nuestra diluida existencia en este mundo, esperando ser libres o esperando una condena que nos ha perseguido por los siglos de los siglos.
- Simplemente...- noto el temblor en su voz, es inevitable que la rabia se apodere de mi. Hemos estado tanto tiempo ocultos, el temor es inevitable. - No estoy listo.-
Me acerco a el y lo tomo de los hombros, sacudiéndolo levemente, quiero que me escuche, que este seguro de mi. Es nuestro momento y para ello el primer paso es esencial.
-¿Acaso te he fallado en algún momento? No nos expondría de esta manera si no me encontrara con la certeza de que nuestro momento se acerca. Es arriesgado, no lo negare, pero si Assim pudo escapar significa que también podemos hacerlo.-
El niega con pánico en los ojos.
- Assim no escapo, el no...no lo haría.- su voz parece únicamente un murmullo de incertidumbre que se pierde en la oscuridad que nos rodea.
Suspiro en busca de paciencia, si el se niega a ver lo que es obvio no podre ayudarlo. La escoria traidora mostro sus verdaderos colores desde hace tiempo, logre percibirlo desde el primer resplandor, pero el miserable se las ingenio para ocultarlo de los demás. Ahora quien sabe donde se encuentra, probablemente de rodillas, suplicando piedad a los demonios o lamiendo los pies de los Celestiales, solo por una oportunidad.
Repugnante.
- El no volverá, hermano.- lo observo fijamente, sus ojos son opacos, casi no queda color en ellos, o puede que sea el simple hecho de que estoy comenzando a convertirme en la oscuridad que nos refugia.
En nada...
-¿Como es que logro hacerlo?- cuestiona con el ceño fruncido.
- Baksa, es justo lo que debemos hacer nosotros.- indico con mi mano, eso de lo que nos hemos alejado desde hace siglos, tan cerca y tan lejos, tan ajeno pero tan nuestro que parece un simple sueño de añoranza. - En la luz.-
- No encontraran Hamza, no llevamos tanto tiempo ocultos como para perderlo todo por un acto imprudente, debemos esperar.-
Harto ya de su necedad, suelto sus brazos y me alejo unos cuantos pasos para luego poner mis ojos en la ventana. La ventana que los humanos nos dan a su mundo, sus sombras, nuestro refugio desde el principio, ahora es la puerta a nuestra libertad.
Fue todo rápido, debía ser así, no podía darme el lujo de ser detectado por aquellos seres ajenos a las sombras, pero sentí como si el mundo entero se paralizara al momento de dar aquel paso. La luz...sentirla contra mi ser fue algo indescriptible, un dolor tan placentero, quería correr y aferrarme a ella como si no hubiera un mañana para mi, probablemente no lo habría si no me apresuraba.
No me detuve a pensar en como hacerlo ni en cuanto tardaría, pero justo frente a mi el humano yacía, tan espantado como era de esperarse. Simples y mediocres criaturas que se asustaban, en este caso de su propia sombra. Corrí hacia aquel humano y lo golpee, lo golpee con una fuerza que no sabia que me quedaba, lo golpee con el temor que escocia mis entrañas, con la desesperación, la angustia, la ira, la sed de venganza, todo aquello que había mantenido en lo mas profundo de mi ser.
Hasta ahora.
Callo al suelo con un sonido seco, pero no me detuve. Sostuve su cabeza y la estrelle una y otra vez contra el suelo de piedra que se encontraba bajo nosotros, sentía como su vida se escapaba entre mis dedos, no necesitaba su fuerza, solo su cascaron.
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Pasión Infernal
Romance¡Bienvenido al infierno! El purgatorio está a la derecha, el salón de almas malignas a la izquierda y... Mejor dejo que lo recorras por tu cuenta. Solo ten cuidado, nada es lo que parece, nadie es completamente bueno aquí. ¿Has sido malo? Por estas...