Invitado Inesperado

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Everette.

Con toda la fuerza que alcanzo a reunir a pesar del dolor fisico, empujo al sujeto y logro desprenderlo de mi y que caiga lejos, suelta un gemido de dolor y busca arrastrarse nuevamente hacia mi. 

Justo ahora no estoy en condiciones de lidiar con esto, lo mas facil seria acabar con su existencia aqui mismo...

El sujeto usa sus brazos para volver a dar conmigo, en el momento en el que intento liberar una onda de energia para estrellarlo contra la pared una arcada me detiene. La sangre demoniaca sale de mi boca, mucha sangre.

Maldita sea...

De un segundo a otro, algo golpea al sujeto una y otra vez. Viviana usa algo para golpearlo, lo observa con saco y desconfianza, como si tratara de acabar con una plaga.

-¿¡Quien demonios es este sujeto!?- chilla desesperada, mientras el hombre se retuerce en suelo.

- No tengo idea...- murmuro, incorporandome lentamente. Viviana golpea al sujeto sin detenerse, tomo su brazo haciendo que pare y tomo el cabello rubio del sujeto para estrellar su cabeza contra el suelo, finalmente logrando que pierda la consciencia. Un leve rastro de sangre sale de su frente.

En fin, heridas colaterales.

- Se honesto, ¿es algun antiguo romance tuyo?-  su respiracion esta acelerada. Pone sus manos en sus rodillas mientras intenta recuperar el aliento. - Tengo que trabajar en mi cardio...-

- Yo no me meto con humanos.- hago una mueca de desagrado, pateo un poco el cuerpo del hombre, su piel es opaca, casi amarillenta. - Pero este tampoco es el caso.-

-¿Que quieres decir?- parece que una ola de calor la ataca, ya que alza su cabello en una coleta imaginaria y posa sus ojos en mi. Su tez blanca esta levemente sonrrojada. - Este es un hombre, de lo contrario no podria haberlo atacado con tanta facilidad.- 

Sonrio de lado y suspiro, sintiendo como mi cuerpo busca abandonar el dolor impuesto por la marca, solo tengo que aguantar un poco mas.

- Pues no lo es, no es un humano.- con una mano lo tomo del brazo y alzo su cuerpo, comienzo a caminar mientras sus piernas arrastran, Viviana se apresura y las toma. Le doy una mirada de gracia, como si arrastrar un cuerpo resultara un esfuerzo para mi. - Necesitamos retenerlo de alguna manera, pero no puede ser a simple vista.- 

- Podemos usar el sotano.- sugiere mi ayudante.

-¿Que es?- 

- Es la habitacion que esta bajo la casa, casi nunca bajo, es basicamente el lugar de almacenamiento pero hay sillas, podemos amarrarlo y esperar a que despierte.-

Una carcajada maliciosa se escapa de mi, ella me da una mirada confundida.

-¿Alguna vez has secuestrado a un humano? Te tomas esta experiencia con demasiada normalidad, me haces curioso.- le doy una sonrisa traviesa. 

Ella me regresa el gesto con tranquilidad y rueda los ojos.

- Te lo dije, puede que no sea la defensora de los humanos mas grande que exista, pero jamas he hecho nada en contra de los mios. Soy consciente de nuestra inferioridad en contra de las criaturas espirituales, pero soy leal.- me asegura.

Lealtad, ¿eh?

- De vez en cuando hasta el alma mas pacifica tiene pensamientos oscuros, forman parte de la existencia de cada ser.- me encojo de hombros.

- Pensamientos oscuros, seria hipocrita de mi parte negarlos, ¿pero realizarlos? Jamas le he dado la suficiente relevancia a otro ser humano para desear su muerte.- sonrie arrogante.

Pasión InfernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora