Pasión Infernal

Princesa del Infierno

Aisha.

Lo observo expectante, siendo consciente que esa simple pregunta podria lastimarme demasiado.

¿Por que?

Si, soy una masoquista y resulto completamente irracional, discuto con el todos los dias porque somos demasiado diferentes, pero aun asi lo quiero. Quiero a este idiota, fuera de cualquier deseo carnal que pueda sentir por su existencia, lo necesito junto a mi.

Everette sonrie melancolico y se encoge de hombros.

- Te quiero.- dice en tono derrotado. - No tienes ni la mas minima idea de cuanto me odio por hacerlo, pero tampoco me considero capaz de evitarlo, aunque sin duda eres el ser mas fastidioso en todos los reinos, el hecho de que estes a mi lado me hace feliz.-

Sonrio como una idiota al escucharlo, lo expresa como si estuviera reconociendo la mas penosa debilidad, pero dentro de mi se que es asi, que un demonio reconozca que a desarrollado sentimientos es algo considerado abominable, en el mal sentido por supuesto.

-¿De verdad me quieres?- inquiero como chiquilla emocionada.

- No lograras hacer que lo repita.- rueda los ojos. - Ahora ven, tenemos que ir a ver a Lilith.-

Frunzo el ceño confundida pero no digo nada al respecto, no entiendo muy bien porque quiere ir a verla justo ahora, pero supongo que en el Infierno no hay una mala hora para hacer una visita, considerando que los demonios no duermen.

Nos materializa justo afuera de la gran fortaleza de su tia, el reconocido espectro de la noche, quien nos espera de pie justo en la entrada mientras nos observa expectante.

- Sobrino querido, personalmente esperaba tu visita desde hace mucho, sin embargo me parece maravilloso que hayas regresado con exito de tu mision en el reino de los mortales, espero que me hayas traido un regalo. Talvez algun cadaver.- sonrie emocionada.

Everette rie y niega.

- Lo lamento, las circumstancias no eran las mas favorables, por lo que en esta ocasion no pude traerte a un humano sin vida, pero no te preocupes, mueren cientos a cada segundo, hay cadaveres de sobra.- la alienta a lo que esta salta emocionada.

-¡Maravilloso! ¡Simplemente maravilloso!- chilla contenta. - Aisha querida, dejame reconocer que tu presencia demoniaca se a fortalecido desde su ultima visita, eso significa que has progresado como un engendro del mal, me complace enormemente.-

Hago una leve reverencia antes de responder.

- Los avances conseguidos hasta ahora aun son muy bajos a comparacion de su grandeza, gran espectro de la noche, aun me falta mucho por aprender.- reconozco cohibida.

Everette resopla.

- No la trates como si fuera la reina de lugar.- se burla. - Luego yo tengo que lidear con su ego.-

-¿Tu hablando de ego?- alzo una ceja en su direccion.

- En mi caso es diferente, no es mi culpa ser completamente superior a todos los que me rodean.- se encoge de hombros.

Rio mientras ruedo los ojos, Lilith camina en nuestra direccion y toma el brazo de Everette para iniciar su camino al interior de su palacio, justo antes de avanzar, Everette toma mi mano y me hace caminar junto a ellos.

- Como veran, no esperaba su presencia el dia de hoy, por lo que tengo algo de compañia.- nos informa justo antes de hacer que las enormes puertas de un salon se abran frente a nosotros, un hombre bastante imponente se encuentra sentado en la punta del enorme comedor que abarca todo el lugar.