Aisha.
Siento como mi respircion se atora en mi garganta al escuchar su respuesta, las manos de Everette comienzan a acariciar mi vientre lentamente formando circulos imaginarios.
-¿Alguna objecion al respecto?- ronronea en mi oido a lo que niego lentamente. - Perfecto entonces.-
Me carga con mucha facilidad, siento como los nervios se apoderan de mi, es decir, no veia esto venir, no pense que sus deseos se hicieran presentes de un segundo a otro. Camina lentamente, estoy muy segura que es consciente del efecto que tiene en mi, sabe que lo deseo de una forma indescriptible.
Estoy muy sorprendida de que no se haya materializado inmediatamente en alguna habitacion, justo cuando deseo que se apresure el decide tomarlo con calma.
-¿Donde vamos?- inquiero en un susurro.
Everette sonrie travieso y siento como abre una puerta y la cierra de una patada sin tambalearse ni siquiera un poco, desliza mi cuerpo lentamente en la cama y se acomoda con cuidado sobre mi.
- Podemos hacer esto a mi manera.- muerde con fuerza el lobulo de mi oreja y lo libera, dejando un ligero ardor en esta zona. - O puedo ir despacio si eso prefieres.-
-¿Por que me preguntas eso?- siento como mis mejillas arden.
El se rie por bajo y pasa la lengua por mi cuello lentamente, luego se detiene y succiona mi piel.
- Se que soy una bestia, no quiero que te sientas intimidada, asi que puedo intentar controlarme un poco.-
Pero el problema es ese, no quiero que se controle.
- Solo callate.- ruedo los ojos.
- No Aisha, tienes que decirme que es lo que deseas que haga contigo.- insiste.
Maldita sea, es tan orgulloso que no iniciara hasta que yo se lo pida, y la incomodidad en mi vientre no hace mas que incremetar a cada segundo.
- Hazme tuya.- susurro completamente avergonzada.
Una sonrisa malvada se posa en sus finos labios, esa es la unica señal que necesita para inclinarse y devorar mis labios. Un gemido surge de mi garganta cuando muerde mi labio inferior y tira de el.
- Tus deseos son ordenes.-
Sus besos continuan por lo largo de mi clavicula y mi cuello, el vestido que uso esta completamente arrizado en mi cintura, las manos de Everette acarician mis piernas de arriba abajo para finalmente acunar mi trasero y dar una pequeña nalgada.
- Oh Dios...- digo sin pensar.
El se aleja rapidamente y entrecierra sus ojos hacia mi.
- Si quieres decir cosas sucias, puedes decir mi nombre y no ese titulo nena.- niega con reprobacion. Justo cuando pienso que se alejara, besa mis labios de forma seductora nuevamente. - Creo que tendre que enseñarte a gemir mi nombre.-
Acuna mis pechos en sus manos y los aprieta levemente, hace circulos con mis pezones erectos utilizando sus pulgares, aun sobre la ropa esa sensacion me lleva al borde de la locura. Escucho como la tela de mi vestido es rasgada y pronto me encuentro expuesta ante el, unicamente con mi diminuta ropa interior cubriendome.
Everette se separa un poco y se pasa la camisa sobre su cabeza para despojarse de ella, mi respiracion, si es que aun poseo una, se corta al ver su delicioso cuerpo ante mi. Cada uno de sus musculos perfectamente marcados y esa provocativa V al borde de sus caderas, la cual te da un indicio de que es lo que se encuentra al final de esta. Noto un tatuaje en su brazo derecho, pero mi vista no puede enfocarse para diferenciar su forma.
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Pasión Infernal
Romansa¡Bienvenido al infierno! El purgatorio está a la derecha, el salón de almas malignas a la izquierda y... Mejor dejo que lo recorras por tu cuenta. Solo ten cuidado, nada es lo que parece, nadie es completamente bueno aquí. ¿Has sido malo? Por estas...