Everette.
- Eres un maldito.- escupe Asmodeo molesto. - Gracias a ti, tengo que ir al mundo humano.-
Lo observo con molestia, recordandome que es mi amigo, ya que si llego a olvidarlo puedo convertirlo en una cucaracha para asi aplastarlo por toda la eternidad.
- Recuerda que fuiste tu quien aseguro que yo era el mejor candidato para ir, no iba a permitir que me dejaras todo el sufrimiento.- me encojo de hombros.
El suspira y se deja caer en el respaldo del sofa en el que se encuentra sentado.
-¿Cuando se supone que nos iremos?- murmura con rabia. - ¿Quien se ocupara de mi casa de juegos? Hay algunos malditos que esperan con ansias mi partida para asi encontrar una forma de ganar, sabes mejor que todos que nadie gana nunca en mi casa de juegos.-
- Aisha ya es muy irritante, no te sumes a la lista.- ruedo los ojos con fastidio.
Uno de mis esclavos de materializa a una escasa distancia de donde me encuentro.
- Gran amo oscuro.- hace una reverencia. - Su padre desea verlo.-
- Puedes retirarte.- le indico.
Mi esclavo desaparece y yo paso una mano por mi cabello con frustracion. Siento que ultimamente todo se esta tornando muy complicado, necesito poner orden rapidamente.
- Apresurate, sabes que Diablo odia esperar.- me recuerda Asmodeo.
- Volvere pronto.- aviso a lo que asiente.
Me concentro en transportarme hasta el palacio de mi padre, una vez ahi, localizo su presencia en una de sus galerias de cadaveres humanos, camino a paso veloz y lo observo acariciar una cabeza decapitada.
- Es mucho mejor admirar a los humanos cuando estan muertos.- comenta.
- Soy conciente de eso.- aseguro.
El rie, aun sin mirar en mi direccion.
-¿Como esta tu alma humana?- pregunta en tono jugueton.
Si alguien sabe como hacerme enojar, es mi padre. Despues de todo, el Diablo se dedica a que saquemos lo peor de nosotros.
- Se encuentra un poco abrumada a causa de la intensidad de mi marca.- reconozco.
El camina, con sus manos juntas tras su espalda mientras analiza un cuadro que fue pintado con la sangre de brujas tradicionales, luego lentamente se volteo y me sonrie de forma retadora.
- Apuesto a que eres muy posesivo.- alza una ceja.
- Lo herede de ti.- afirmo en tono jugueton.
El rie con molestia ya que no logro hacerme caer en su juego de provocacion, en lugar de eso, le recorde lo enamorado que esta de mi madre y lo estupido que el amor lo hace.
- Tu madre se encuentra bien.- me informa cambiando el tema.
- Me complace oirlo.- en realidad, ella siempre esta bien cuando esta junto a mi padre.
- Desea verte.- avisa.
- Las puertas del Infierno siempre estaran abiertas para recibirla.-
- Creo que su intencion es que vayas al reino de los celestiales.-
Me rio con ironia y niego.
- Madre siempre tiene esperanza en cosas que no sucederan.- mi padre rie ante mi comentario.
- Sabia que dirias eso.- se acerca a mi. - Soy muy conciente que tu tolerancia hacia los celestiales es bastante limitada.-
- Soy tu hijo despues de todo.-
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Pasión Infernal
Roman d'amour¡Bienvenido al infierno! El purgatorio está a la derecha, el salón de almas malignas a la izquierda y... Mejor dejo que lo recorras por tu cuenta. Solo ten cuidado, nada es lo que parece, nadie es completamente bueno aquí. ¿Has sido malo? Por estas...