Pasión Infernal

El Reino de los Celestiales

Everette.

-¿Tenemos que usar ese portal?- Shameena hace un puchero y practicamente se refugia tras Asmodeo.

- Coopera conmigo.- le ordeno en un tono suave, aunque eso no es usual en mi, tampoco puedo culparla, me encuentro igual si no es peor que ella, solo que en mi caso tengo que disimular mi desagrado.

Veo a Aisha de reojo, ella simplemente observa el portal con curiosidad y con un poco de temor, tomo su mano y la atraigo a mi para asi abrazarla por la cintura, ella me observa confundida por el repentino gesto.

- Oye, hay muchas personas aqui.- me susurra sonrojada.

Una sonrisa burlona se posa en mis labios.

-¿Pero que cosas estas pensando?- inquiero en un tono falsamente escandalizado. - Unicamente te sostengo porque tenemos que cruzar el portal, si no estamos asi podrias materializarte en cualquier parte del reino Celestial y tendriamos un problema similar al del reino Mortal. Personalmente prefiero evitar ese tipo de situacion.-

Ella parpadea atonita y su palido somblante rapidamente se sonroja, baja su rostro y carraspea incomoda.

- Oh...- se limita a responder.

Rio con malicia y beso su cabeza, me separo cuando siento una presencia a mis espaldas, Muerte camina junto a Vida y Aphra. Alzo una ceja interrogante cuando mis ojos se posan en sus rostros, los tres tienen expresiones torturadas y derrotadas.

-¿Que hacen aqui?- cuestiono.

- Tengo que volver.- la voz de Vida es triste pero firme. - No puedo ocasionarle mas problemas al reino Demoniaco por permanecer aqui, Everette, agradezco mucho el hecho de que me hayas permitido estar con mi familia por un tiempo, sin tener que preocuparme por las leyes de los superiores, pero todos sabemos que mi lugar es el reino de los Celestiales, tengo que regresar.-

Muerte respira pesadamente, puedo percibir la agonia de su mirada, trata de disimularlo por Aphra, pero estoy seguro que es muy doloroso para el.

- Si lo deseas, puedes quedarte, yo me encargare de los Celestiales.- insisto.

Una sonrisa triste se posa en sus labios mientras niega.

- No soy un demonio, si permanezco mas tiempo en el Infierno mi cuerpo se deteriorara, Muerte se ha encargado de purificar su bosque para mi, pero no puedo simplemente permanecer aqui abajo. Soy conciente que la situacion entre los pueblos es algo tensa, podrian utilizar cualquier excusa para iniciar una guerra y en lo personal no deseo que me utilizen a mi como una.- me explica.

Aphra se suelta de la mano de Muerte y camina hacia Vida, la abraza con añoranza, justo como yo solia abrazar a mi madre cuando era apenas un pequeño demonio.

- Mami, ¿volveras pronto?- inquiere con la voz rota, evidentemente dando todo de su parte para no romper en llanto.

- Oh, mi pequeño retoño de oscuridad, volvere.- le asegura su madre.

-¿Pronto?- insiste.

Vida no puede mentirle, es una Celestial, no mentir es una de sus cualidades, no se muy bien si es un don o una maldicion, puede que como toda cualidad poderosa, por momentos pesa y por otros beneficia.

- Asi es.- interrumpo mientras suelto a Aisha y me caerco a Aphra, la tomo en brazos y le sonrio despreocupadamente. - Tu madre volvera pronto, te lo prometo pequeño mostruo.-

- Tio Everette, tu puedes hacer que mami este conmigo.- afirma en lugar de preguntar.

- Te prometo que hare todo lo posible para que tu madre regrese junto a ti pronto.- beso su mejilla y la pongo nuevamente en el suelo, ella me sonrie ampliamente y corre hasta Vida, se abraza a sus piernas por unos segundos y nuevamente regresa junto a su padre.