Problemas

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Everette.

- Muy bien, intentalo una vez mas.- le indico, reuniendo toda la paciencia posible.

- No puedo hacerlo, solo resignate.- se encoge de hombros.

-¡Intentalo, maldita sea!- grito frustrado.

-¡No me hables asi!- chilla indignada.

- Diablos, calmence.- Asmodeo rueda los ojos exasperado. - Aunque odie admitirlo, Everette tiene razon hermosa, necesitas aprender a cambiar de forma.-

- No veo porque es necesario.- murmura como chiquilla malcriada.

- Escucha, todo demonio debe ser capaz de alterar su forma fisica, es lo mas basico para nosotros. Te pido que lo intentes, si no te esfuerzas en avanzar, tu existencia en el infierno sera mucho mas tormentosa de lo que puedes imaginar.- amenazo.

Ella baja la mirada y suspira.

Admito que cuando soy demasiado duro con ella, siento un leve remordimiento. Pero luego recuerdo que es una total inutil y se me pasa.

- Me da miedo no poder volver a mi forma original.- admite en voz baja.

Me rio por bajo y alzo mi ceja con una expresion altanera.

- Te prometo que si eso pasa, me reire sin parar, pero luego te ayudare.- aseguro.

Ella suelta aire rendida pero veo como cierra sus ojos y se concentra.

Asmodeo y yo retrocedemos expectantes. En su primer intento de transformacion, los demonios pueden convertirse en enormes bestias casi incontrolables, sienten el poder de las tinieblas recorrer su ser por completo, es una sensacion tan exorbitante, que dificilmente quieren volver a su forma original.

Junto a Asmodeo, nos hemos dedicado a controlarlos. Es por eso que nos encontramos preparados para lo que sea, una serpiente de tres cabezas, un lobo con cola de fuego, lo peor de lo peor.

Aisha abre sus ojos y el azul de estos es reemplazado por un rojo intenso. Su sonrisa se torna tenebrosa, por lo que sonrio complacido. La oscuridad tambien puede consumirte, eso me encanta.

Una gran nube de neblina comienza a roderla hasta que desaparece de mi campo de vision, una brisa alborota mi cabello y veo como Asmodeo a mi lado, observa todo fascinado. La enorme silueta de una bestia con colmillos aparece entre la neblina, camino hacia ella e inmediatamente desaparece junto al viento, mi amigo camina a mis espaldas nervioso, haciendo que ponga los ojos en blanco.

Somos demonios idiota, no actues asi.

Cuando el panorama es completamente claro, busco con la mirada a Aisha.

- No puede ser...- la voz de Asmodeo me hace esperar lo mejor.

¿Que es? Espero que tenga enormes colmillos, amo los enormes colmillos. Una vez mis ojos dan con ella, suelto aire de golpe.

-¿Es enserio?- inquiero.

- Debes admitir que es bastante imponente.- defiende Asmodeo.

-¡No lo es!- suelto indignado.

- Podria morder a alguien.- asegura.

- Es un conejo.- pongo los dedos en mi cien. Resoplo y me inclino hasta llegar a su altura. - De todos lo animales, de todas las bestias, tu escogiste ser un conejo.-

Baja sus blancas orejas y salta hasta llegar hasta mi pie.

- Hermano, es adorable.- Asmodeo hace una mueca. - Pidele que cambie antes de que desee torturarla hasta que se desangre. No morira pero te aseguro que sera muy doloroso.-

Pasión InfernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora