Instinto Demoniaco

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Asmodeo.

Suspiro notando que estoy contra la espada y la pared gracias a mi gran bocota. Pero no puedo evitarlo, Everette quiere ponerse en riesgo, lo se muy bien. Es el demonio mas obstinado y arrogante que conozco, muchas veces siento que es mas terco que el mismisimo Satanas.

- Llamalo instinto demoniaco.- me encojo de hombros, en un vano intento de parecer inocente.

El alza una ceja incredulo, Everette suele tener mucha paciencia conmigo a comparacion de los demas seres, sin embargo esa paciencia no es eterna. Prefiero arrojarme por mi cuenta al rio de almas perdidas antes que enfrentarme a la ira de este demonio.

- Te estoy dando la oportunidad de decirme como demonios es que te enteraste de lo que yo planeaba hacer.- responde con un tono calmado, lo cual hace que me ponga alerta.

- Desde el momento en el que dijiste que la dejarias escoger sabia muy bien que tenias un plan de respaldo. Ambos sabemos que el poder de la marca es algo que no puedes controlar ni con el paso de los siglos.- comienzo a explicar, tratando de encontrar las palabras adecuadas para que mi cabeza permanezca en mi cuerpo por un tiempo mas. - Asi que hable con el Espectro de la Noche.-

Everette suspira, probablemente imaginandose a donde va esta conversacion. Se voltea y camina a paso tranquilo hasta uno de los sillones que aqui se encuentran. Toma asiento, noto como sus ojos cafes se ponen de un color rojo intenso de golpe.

- Asi que mi tia te dijo.- suelta simple.

- No, ella no haria eso. Pero me pidio que me asegurara de que regresaras al Infierno con Aisha. Insistio mucho en ello, parecia angustiada. Eres el unico demonio, ademas de Lucifer, que son capaces de alterar asi al Espectro de la Noche.-

El rueda los ojos.

- Quien diria que te tendria tratando de averiguar mis planes. En este momento no se si experimentar eso que llaman agradecimiento o si debo arrancarte la nariz, de esa manera no te meteras en asuntos que no tienen nada que ver contigo.- su tono es cada vez mas duro.

- Tu tienes que ver conmigo, no solo por el hecho de ser el gobernante del maldito Infierno, tambien eres mi hermano.-

- Verdaderamente te aseguro que esa ultima cuestion es lo unico que esta logrando que no te torture hasta que todo el estres que tengo en mi ser desaparezca.- suelto aire aliviado, dandome cuenta que aunque desea hacerlo, tengo un respaldo.

-¿Asi que me diras que es lo que planeas?- inquiero lentamente.

- Lo hare, ya que de lo contrario colmaras mi paciencia y no me encuentro con animos de tener una discusion contigo.- poco a poco el color cafe de sus ojos se restaura. - No planeo hacer nada que afecte mi existencia.-

-¿Entonces como...?-

- Arrancare la parte Celestial que hay en mi.- dice tranquilo.

Parpadeo confundido y frunzo el ceño.

-¿Tu lado Celestial?- cuestiono sin entenderlo.

- Justo antes de venir, arranque mis alas.- me explica.

- Como de costumbre.- asiento, siendo conciente de sus interesantes practicas de desmembramiento propio.

Nunca habia presenciado una en realidad, puedo llegar a exitarme con mucha facilidad si veo su sangre. Everette me arrancaria los ojos si llego a fantasear con el, asi que evito la tentacion.

- Pero esta vez lo hice con energia demoniaca.- se incorpora y camina con aire distraido a mi alrededor.- Como sabras, suelo arrancarlas sin mas, pero esta vez quise intentar algo diferente, quise ver si al quitar una parte de mi, podia agregar algo mas.-

Pasión InfernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora