Aisha.
-¿Porque estas de mal humor?- inquiero luego de un rato.
- No lo estoy.- gruñe.
Hace un buen rato nos encontramos caminando por un concurrido lugar repleto de horribles criaturas demoniacas.
Ruedo los ojos y decido quedarme callada. Ayer regreso muy tarde de la reunion con su padre. ¿Como lo se? Muy simple, por alguna estupida razon, no puedo dormir a menos que el este cerca, la verdad esa pesima transformacion realmente logro dejarme agotada, y cada vez que intentaba conciliar el sueño la inquietud de saber que Everette no se encontraba cerca, se hacia presente.
Esto de la marca es realmente extraño, es como si no pudiera controlarme, quiero estar junto a el y eso me molesta. Se que no me sentiria asi de no ser por este estupido collar, intente quitarlo de mi cuello y arrojarlo, pero simplemente vuelve a mi.
- Estas bastante callado.- lo observo.
El suspira fastidiado.
- Deberias imitarme.- suelta sarcastico.
- No entiendo porque estas tan molesto conmigo, sabes que lamento mucho no haber logrado convertirme en una bestia, pero realmente lo intente y lo seguire haciendo hasta conseguirlo.-
El se detiene de golpe y me observa neutral.
- Mi humor no tiene nada que ver contigo.- asegura.
- Entonces no actues como si fuera asi. ¿Tienes una idea de lo mal que me hace sentir el hecho de que estes molesto conmigo?- digo exasperada.
- Esto de la marca es una pesadilla.- toca su cien con sus dedos en busca de paciencia. - Aisha, no estoy molesto contigo, solo necesito distraerme un poco.-
Algo dentro de mi se siente mucho mejor al saber eso.
-¿No se puede hacer nada divertido en el Infierno?- cuestiono.
La verdad no se que clase de diversiones tienen en este lugar, pero la sonrisa macabra de Everette me asegura que son muchas, y talvez demasiado extremas para mi tolerancia.
- Antes podia divertirme en el templo de la fornicacion, pero ahora te tengo a ti, por lo que ninguno de los dos lo disfrutaria. Aun eres demasiado inexperta para hacer algo sin correr riesgo, por lo que no tenemos muchas opciones, considerando que no puedo dejarte sola en casa, realmente estamos malditos gracias a mi marca, debo decir que lamento mucho someterte a eso.-
- No te preocupes.- me encojo de hombros.
El me observa alzando una ceja sorprendido, mientras rie.
-¿No te molesta?- pregunta incredulo.
- Es muy raro.- reconozco analizando la situacion.- Es como si fueras necesario para mi, pero es en cierto modo agradable.- sonrio de lado. - Algo dentro de mi, me dice que mi vida humana fue bastante solitaria, asi que no es tan malo tenerte junto a mi, aunque aveces resulte algo incomodo.-
Hace una mueca.
- Esto se esta poniendo asquerosamente sentimental.-
Me rio y asiento.
- Entonces dime lo que podemos hacer para que te relajes.- pido con aire distraido mientras continuamos caminando.
- Parece que torturar aun no te resulta placentero.- analiza. - Asi que supongo que podria mostrarte algo que estoy seguro te encantara.-
Su media sonrisa me obliga a sonreir.
-¿Y porque harias eso?- alzo una ceja expectante.
- Estas constantemente diciendo que todo es horrible en este lugar, pero la verdad si buscas bien, hasta el Infierno puede ser un paraiso.-
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Pasión Infernal
Romance¡Bienvenido al infierno! El purgatorio está a la derecha, el salón de almas malignas a la izquierda y... Mejor dejo que lo recorras por tu cuenta. Solo ten cuidado, nada es lo que parece, nadie es completamente bueno aquí. ¿Has sido malo? Por estas...