Asmodeo.
Maldita sea.
Maldita sea.
Maldita sea.
Everette me matara, oh no, ese desgraciado no es tan compasivo como para matarme y acabar con mi existencia. Me torturara por toda la eternidad, hara que coma heces humanas, luego que vomite eso y lo coma otra vez, todo eso mientras desgarra mi piel con luz Celestial. Hara que me trague la lengua y luego salga por mi nariz. Destruira mi hermoso rostro y me obligara a vagar por la eternidad con mi forma de bestia.
Todo a causa de esa asquerosa niña Celestial, por un demonio, no tengo ni la menor idea de que hacer. Shameena se encuentra entre mis brazos completamente inconsciente, su respiracion es pesada y dificultosa, a penas puedo verla directamente ya que la luz que desprende su cuerpo es cegadora. Un Celestial se acerca finalmente y aparta a la niña de Aisha, quien tambien esta inconsciente sobre el suelo.
Estupido inutiles mal nacidos Celestiales. ¿¡Por que demonios no hicieron eso antes!?
-¿Por que hay demonios en nuestras tierras? ¡Regresen al abismo oscuro!- grita alguien entre la multitud que nos rodea.
No puedo mas, malditamente no puedo mas. Espero que Everette me ayude a arreglar esto luego, pero si estas dos chicas siguen asi su exsitencia estara en riesgo y no estoy dispusto a someterme a la ira de Everette, antes prefiero ser sometido a los Celestiales que a Everette. Ese psicopata olvidara nuestros años juntos en un dos por tres si algo le pasa a Aisha.
Escucho los murmullos de los Celestiales que me rodean, sus abucheos hacia nosotros y veo a Shameena retorcerse del dolor en mis brazos. Siento como una ira incontenible se apodera de mi en ese instante. Mis colmillos comienzan a asomarse, trato de evitarlo pero simplemente no puedo con esta situacion.
La exclamacion de los presentes no pasa desapercibida, mi boca se hace mas ancha, siento como mis dientes desgarran mi piel y como esta dentadura se extiende hasta mis orejas, siento como mis ojos se nublan, mis garras crecen incontrolablemente, alzo mi rostro y veo a todos los Celestiales que ahi se encuentran.
- Alejense.- pronuncio, mi voz distorcionada hace que todos den un paso atras con temor.
Elevo los cuerpos de mis acompañantes con mi mente y nos materializo una vez mas en la entrada del palacio de los Celestiales. Dos de estos que custodiaban la puerta se ponen alerta cuando me acerco, Aisha flota a mi izquiera y Shameena a mi derecha. Justo cuando ambos estan a punto de abrir la boca estrello sus cuerpos en las puertas a sus espaldas. Caen como dos rocas, uso mi mente para apartar sus cuerpos y asi entrar en el lugar.
El movimiento de las puertas abriendose alerta a otros Celestiales que ahi se encuentran y entre todos estos, Everette se encuentra al fondo, puedo percibir su presencia. Estoy seguro que el hara lo mismo, y se que no me equivoco ya que en cuestion de segundos, Everette aparece junto a mi, su mirada pasa de Shameena a Aisha.
-¿Que demonios paso?- ahora sus ojos se posan en mi, alza una ceja con sorpresa y sonrie. - Estas a punto de transformarte, necesitas controlarte.-
- Ayudalas.- respondo, aun con voz distorcionada.
- Dime que fue lo que les paso.- a pesar de tener a Aisha inconsciente, se acerca a Shameena primero, a penas puedo distinguir su silueta, la luz que desprende su cuerpo es demasiado fuerte.
- Una estupida escoria las toco, ella le dijo a Shameena que la ayudaria a ser pura y la muy maldita comenzo a brillar y...- un gruñido sustituye mi voz.
Everette usa su mente para elevar a las chicas junto a el y se acerca a mi, alza mi rostro y lo examina con un gesto inexpresivo.
- Asmodeo, estas perdiendo tu forma original, no puedes pasar a tu forma demoniaca aqui, los Celestiales lo tomaran como una amenaza, necesito que te controles, tus poderes seran muy fuertes si pierdes tu forma original.-
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Pasión Infernal
Romance¡Bienvenido al infierno! El purgatorio está a la derecha, el salón de almas malignas a la izquierda y... Mejor dejo que lo recorras por tu cuenta. Solo ten cuidado, nada es lo que parece, nadie es completamente bueno aquí. ¿Has sido malo? Por estas...