Narrador Omnisciente
Un príncipe oscuro caminaba de un lado al otro en su opulento palacio. Esperaba encontrar una variable que fuera lo suficientemente poderosa para arrepentirse de su decisión, pero esta nunca llego.
Un líder oculto en las sombras con un pueblo sediento de venganza, de libertad, sonreía ante la incertidumbre que estaba creando. Sonreía al ver que todo iba acorde a su plan. Es como si finalmente su destino lo mirara a los ojos y le asegurara que la victoria estaba próxima. Un poco mas, solo un poco mas y todo lo que había sacrificado no seria en vano. Crearía su propia revolucion y se reencontraría con ella después de todo este tiempo.
Las historias que están destinadas a encontrarse se buscan con desesperación, serpentean a través de las sombras hasta que chocan, destrozando y uniendo, creando y acabando con todo.
El príncipe de las tinieblas estaba decidido, ya no había razón alguna para postergar aquello que se apoderaba de su mente. Tardo dos segundos en materializarse frente al portal Celestial y dos mas en cruzarlo y materializarse en el palacio Celestial. Al no anunciar su llegada su presencia perturbo la armonía del reino. La presencia inicua del príncipe de las tinieblas fue como una sombra repentina en el valle de luz. Los Celestiales no estaban contentos, no era momento para cometer tales imprudencias, no se necesitaban mas tensiones entre los reinos, aun mas con la incertidumbre que acechaba la existencia de todos. Por primera vez Everette no lo pensó, se movió como una serpiente en busca de su victima y ataco.
Encontró a su alma, ella aun era su alma y lo seria con o sin marca, aunque ella no lo deseara, el destino de ambos había resultado de tal manera. Ella lo sintió, sintió su corazón acelerarse, sintió como su aliento faltaba. No le dio tiempo de reaccionar cuando la mano de Everette ya se encontraba en su cintura, le dio vuelta bruscamente y estampo sus labios con los de ella.
Ella gimió ante el contacto y el demonio soltó un gruñido desde lo mas salvaje de si. La necesidad, el deseo frenético que ambos tenían era palpable. Su alma puso sus brazos alrededor de su cuello para acercarlo mas, y Everette, tratando de controlarse para no tomarla en ese lugar, prosiguió a arrancarle la marca y a absorber el pacto eterno junto a esta. Desde ese exacto segundo sintió el peso de ambos en su interior. Sintió como el balance amenazaba en convertirse en caos. Se las arreglo para alejar sus labios de los de Aisha, también consiguió poner algo de distancia mientras cerraba los ojos con fuerza, suprimiendo los desenfrenados instintos demoniacos que lo golpeaban.
Aisha reacciono, se dio cuenta de lo que estaba pasando y por un momento quiso gritarle, estaba lista para reclamarle al travieso ladrón que le había robado un beso, aunque ella sabia muy dentro de si que simplemente había tomado algo que le pertenecía. Cuando su respiración se normalizo algo en su cuerpo cambio.
Se sentía diferente.
Como cuando se desea beber desesperadamente y finalmente lo haces. Como cuando se esta cansado y se tiene una larga noche de sueño. Sentía una extraña liberación, como si una gran necesidad finalmente hubiera sido saciada. Y fue entonces cuando lo supo, un hueco en su estomago se hizo presente y su piel se erizo.
Su marca se había ido.
(...)
Salir del reino Celestial se sintió como escapar de una cámara de tortura, la sensibilidad extrema no tardo en hacerse presente. A penas era capaz de mantener los ojos abiertos, la luz lo quemaba de manera inimaginable. Si antes para el era doloroso, ahora que su lado Celestial se encontraba junto a toda esa aberración demoniaca en su interior, todo era simplemente intolerable.
Su alma se encontraba levemente deslumbrada, no estaba segura de que era aquello que recorría todo su cuerpo. Se supone que es así como todos los seres se sienten, la mayor parte de entidades que no poseen un compañero de existencia, por lo que tenia entendido la marca era algo característico de los demonios. Cuando le pregunto a Kaamly al respecto, le explico que a ojos Celestiales la marca demoniaca era un acto posesivo y egoísta de dos entidades que están dispuestas a consumirse por toda la eternidad.
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Pasión Infernal
Romance¡Bienvenido al infierno! El purgatorio está a la derecha, el salón de almas malignas a la izquierda y... Mejor dejo que lo recorras por tu cuenta. Solo ten cuidado, nada es lo que parece, nadie es completamente bueno aquí. ¿Has sido malo? Por estas...