Caminos Cruzados

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Muerte.

-¿¡Cual es tu maldito problema?! ¿¡Que demonios haces aqui, Asmodeo?!- grito, repleto de rabia, tomandolo por el cuello de su camisa.

El susodicho me observa confundido, como si no entendiera la causa de mi presencia en aquel lugar, Shameena se encuentra de pie tras el, observandonos fijamente.

-¿Que hago aqui? ¿Que haces tu aqui? ¿Por que demonios estas tan alterado?- se suelta de mi agarre y arregla las arrugas.

Tan vanidoso como siempre...

- Creimos que eran una amenaza.- responde Vida, junto a mi, quien se aparta de mi protector abrazo para tomar mi mano y recostar su cabeza en mi hombro. - Su presencia es muy tenue, no logramos percibir que se trataba de ustedes.- 

Shameena y Asmodeo se dan una rapida mirada y luego nos ven con lo que pretende ser inocencia.

Si claro, ni siquiera el ser mas idiota se creera que ustedes tienen el mas minimo rastro de inocencia.

- Ya sabes...como siempre estamos buscando a Everette en este asqueroso reino. Tenemos la mala costumbre de perderlo de vista.- Shameena me da una sonrisa deslumbrante y relajada.

Vida parece creerle, ya que corresponde a ese gesto y hace un leve asentimiento en forma de saludo, accion la cual es correspondida por Shameena en un gesto de respeto. Yo por mi parte entrecierro los ojos mientras analizo a Asmodeo. Es demasiado sospechoso que esten en medio del reino de los mortales sin guia alguna y sin rastro de Everette.

- Tambien tenemos la mision de encontrar al principe de las tinieblas en su travesia por el reino de los mortales. Nuestro viaje sera mas exitoso si continuamos juntos.- mi compañera de existencia habla.

- Me parece una gran idea.- Shameena se aproxima hasta Vida y extiende su brazo de manera cordial. - Creo que sera agradable si me acompañas mientras camino.- 

Alzo una ceja analizando su cordialidad, ni siquiera sabia que Shameena podia ser cordial con alguien. Vida, incapaz de ver la maldad en sus actos, toma su brazo complacida y se adelantan para caminar entre la multitud.

Asmodeo no pierde tiempo hace el ademan de caminar tras ellas, sin embargo lo tomo del cuello una vez mas y lo detengo un poco, permitiendo que se adelanten. Habia cientos de mortales en el lugar, la estrella diurna de este reino estaba ocultandose en el horizonte, anunciando que las tinieblas de la noche eran proximas a nuestro encuentro.

- Ahora me diras que es lo que pretenden.- demando al pelirrojo. 

El me da una sonrisa maliciosa e inicia su paso nuevamente, esta vez lo sigo, moviendome con cuidado para asi evitar el contacto con cada uno de los humanos que nos rodean.

- No se te escapa nada, ¿cierto?- pregunta mientras sus ojos esmeralda brillan con picardia. 

- No puedo permitirmelo, se muy bien que Shameena y tu son la peor combinacion en los tres reinos.- mi voz es dura, a pesar de que mi propio comentario me da algo de gracia. Las malas combinaciones suelen ser las mejores, es el demonio en mi que ama el desastre.

-¿Que puedo decirte? Es dificil para mi decirle que no, y mas aun cuando usa su mano para hacer que me...-

- No necesito ese tipo de detalles.- lo corto. - Dime, ¿que es lo que pretenden?-

-¿Que haras si no te digo?- me desafia jugueton. -¿Me pegaras? Sabes que tengo muchos fetiches y aunque Shameena me destruiria, no me importaria experimentar contigo.- 

Hago una mueca y me contengo para no arrojarlo contra el suelo y hacer lo posible para que pierda la consciencia.

- Juro por los pecados capitales que voy a hacer tu eternidad miserable si no detienes tu juego ya mismo. Estas siendo muy evasivo, eso significa que es algo mas grande de lo que imagino.- aun caminando tomo su brazo con mi mano y lo aprieto. -¿No estaras dandole la espalda al Infierno?- 

Pasión InfernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora