Pasión Infernal

Así que este es nuestro retrato

Aisha.

Abrir los ojos fue confuso, como si los acontecimientos del día anterior no fueran mas que un simple sueño. No encontrar la característica y deslumbrante luz del reino Celestial fue desconcertante para mi al principio. Encontrarme en un ambiente lúgubre y frio fue extraño hasta que las imágenes se agrupan en mi mente una tras otra. 

Estoy en el Infierno.

Suspiro y me incorporo, la negra seda de las sabanas es agradable, cálida. Mi habitación o bueno, la habitación de Everette no ha cambiado en nada. Creo que ni siquiera me percate cuando comencé a apropiarme de este lugar para llamarlo mío, pero ayer, luego de una larga sesión de miradas, Everette sonrió y simplemente salió. Dejándome sola, cosa que agradecí porque hasta este punto no tengo idea de como se supone que tengo que sentirme.  

Fue natural estar aquí nuevamente, es algo que conozco por lo que la sensación que tuve la primera vez que estuve en el Infierno no fue nada similar a lo que sentí en esta ocasión. Everette es una historia completamente diferente, recuerdo la primera vez que pose mis ojos en el, cuando no me encontraba en la frontera de la vida y la muerte, quiero decir, y pude verlo con claridad. 

Sin comentarios.

Sentí el frio suelo en mis pies descalzos cuando abandone la cama. Mi cabello había crecido en esta ultima temporada, por alguna razón pensé que mi cabello no podía crecer ahora que era un...alma. 

No es como si fuera un fantasma, mi cuerpo es mi cuerpo. Pero considerando mi situación actual no creo que sea demasiado recomendable comenzar a cuestionar los detalles mas triviales de la base de mi existencia. Justo ahora necesitaba respirar con tranquilidad y simplemente...recorrer el lugar.

Lo conozco muy bien, pero no estoy segura a que grado mi percepción era afectada por la marca, por lo que me limito a salir de la habitación y caminar por los interminables pasillos. No podía perderme, después de todo Everette se daría cuenta donde estaba.

¿Cierto?

La duda me hizo detenerme de golpe. No estoy segura de que tipo de sensibilidad puede tener el hacia mi presencia ahora. ¿Puede sentirme si me voy? Estoy mas que segura que puede encontrarme cuando sea que lo desee, después de todo soy su alma. Maldita sea...no tengo idea de nada ahora. No puedo evitar que una leve sonrisa se pose en mis labios ante ese hecho. No hay absolutamente nada sugestionándome ahora y aunque no entiendo la mitad de sensaciones que me golpean a cada instante, me siento liberada. 

El palacio de Everette era aterrador, sin duda, pero ese tipo de terror que despierta una fuerte curiosidad, como cuando estas frente a lo desconocido y tienes la oportunidad de echar un vistazo. Escuchaba susurros inquietantes a mi alrededor y estoy mas que segura que habría sido aterrador de no ser porque Everette me explico que esos eran sus sirvientes. Antes no los notaba, me pregunto si el habrá tenido algo que ver con eso. Puedo acostumbrarme a ello eventualmente. 

Preste atención a detalles a los cuales no me había dado la oportunidad de apreciar anteriormente. Ahora era mucho mas fácil ya cuestionar la cercanía de Everette ya no tenia ningún sentido. El toque de modernismo medieval que compone la estructura del palacio, como hay millones de habitaciones que contienen hermosos muebles y peculiares artefactos. Descubrí su librería, creía que todos los libros de su interés se encontraban en su estudio, pero cuando di con ella me quede sin palabras. Era hermosa, sin duda alguna, libros y libros en las enormes estanterías. Me lleve una pequeña decepción al momento en el que intente leer uno.

No entiendo nada...

Probablemente este escritos en algún dialecto demoniaco que desconozco, por lo que me propuse a encontrar uno que si pudiera leer. No podía tener a los mismos demonios enseñándome todo, todo el tiempo. Los demonios tienen esa peculiaridad, no hay una verdad definitiva para ellos en muchos aspectos. Algunos se inclinan hacia ciertas cosas mientras que otros tienen una verdad completamente diferente. Al fina todo se basa en deseos egoístas, hacer lo que desean ciegamente y no contener ningún deseo, por mas enfermo que este sea. Si desean estar con alguien, tomaban a ese ser, estuviera de acuerdo o no. Es curioso pensar en que no usan la fuerza, no tomaran a un ser mientras este grita desesperadamente. Se meterán en su mente a tal grado que lo harán creer que fue su deseo. Los demonios manipularían a un ser a tal grado de que este acabe con su propia existencia, eso si obtienen algún tipo de beneficio o entretenimiento de esto.