Aisha.
Lo primero que recorre mi cuerpo cuando recupero la conciencia es alivio.
Un inmenso alivio.
El dolor en el pecho finalmente se a ido, lo cual es gratificante.
Abro mis ojos lentamente y lo veo.
Esta ahí, sentado con la mirada fija en mi, sus ojos cafés se tornan más oscuros cuando chocan con los míos. Sus apetecibles labios embozan media sonrisa, su cabello luce despeinado como siempre, el deseo de a acariciarlo se apodera de mí.
Esta aquí.
Junto a mí.
- Me encontraste.- susurro sin poder creer que él se encuentre finalmente a mi lado.
- Siempre lo haré.- asegura con su habitual confianza. - Te lo dije, no tiene sentido que intentes apartarte de mi, siempre te encontraré.-
- Jamás intentaría eso.- río al ver que esta de humor para bromear.
-¿No?- inquiere travieso. - E estado buscándote desde hace tiempo en este mundo, te dije que no soltaras mi mano, ahora tendré que castigarte.-
Oh Diablos...
Camina con extremada lentitud hacia mi, siento que todo mi cuerpo vibra cuando con su mano acaricia mi tobillo, luego mueve su mano a lo largo de toda mi pierna, muerdo mi labio para evitar soltar una risa nerviosa.
-¿Que clase de castigo?- inquiero con falsa inocencia.
Él se inclina hasta que sus labios rozan los míos.
- Uno que jamás olvidarás.-
Justo cuando estoy dispuesta a devorar sus labios, la puerta se abre.
Everette cierra los ojos con frustración y escucho como maldice por bajo.
Shameena entra hecha una furia y Asmodeo la sigue a regañadientes, Ava camina junto a ellos con una radiante sonrisa y siento como mi respiración se escapa cuando noto que su mano y la de Muerte están entrelazadas.
Ella me observa sonriente y camina hacia mi, luego sus ojos se posan en Everette y percibo algo de temor en ellos.
- Me alegra que estés bien, Camille.- murmura.
- Deja de llamarla así.- Everette rueda sus ojos con fastidio. - Debiste haberle explicado Vida, me molesta enormemente que hayas mantenido a mi alma en ignorancia.-
- Me disculpo.- ella hace una leve reverencia hacia él. - En realidad no quise arriesgar la misión que nos a reunido a todos aquí en primer lugar, debemos atrapar a la bestia Infernal.-
Muerte se acomoda junto a ella y hace de igual forma una reverencia.
- Me disculpo de igual forma por el comportamiento de mi compañera de existencia.- asegura el demonio.
- Basta de reverencias.- ordena Everette. - Sé que no mencionaste nada porque sabías que venía del Infierno y que ella atraería a Muerte hasta ti, no creas que no sé lo manipuladores que pueden llegar a ser los Celestiales.-
Ava hace una mueca de incomodidad lo cual me confunde aún más.
¿Celestiales?
- Hijo de Lucifer, lo siento de verdad.- asegura ella.
Everette niega y suspira, posa sus ojos en mi unos leves instantes y luego vuelve a observar a Ava.
- En el pasado esto habría sido una ofensa, pero supongo que ahora que tengo una compañera de existencia puedo entender que la conexión a ellos nos provoca a realizar locuras.- sonríe de lado. - Me complace que finalmente te hayas reencontrado con Muerte.-
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Pasión Infernal
Romance¡Bienvenido al infierno! El purgatorio está a la derecha, el salón de almas malignas a la izquierda y... Mejor dejo que lo recorras por tu cuenta. Solo ten cuidado, nada es lo que parece, nadie es completamente bueno aquí. ¿Has sido malo? Por estas...