Aisha.
Una semana, toda una semana y Everette aún no a aparecido.
Él no puede dejarme en este mundo...
¿O si?
No, no, no, la marca me asegura que aún está conectado a mi, sé que se siente tan desesperado como yo, o al menos lo espero.
Durante toda esta semana me las e arreglado para convivir con los humanos que tienen usual contacto conmigo.
Resulta que el acosador pervertido era mi hermano, su nombre es Brent y vaya que es fastidioso, la mujer que dicen es mi madre, Blair, es bastante agradable, siempre cuida de que todos estemos bien.
Parece ser que su esposo la abandonó ya que ella dedicaba mucha atención a sus hijos y lo descuidaba a él.
Lo cual me parece muy tonto, un hombre debería sentirse feliz de que su esposa se ocupe de su familia.
Es una suposición estúpida pero fue hecha por un humano, no puedo esperar mucho. Al principio tenia mucho miedo de ingerir alimentos acá, pero en realidad no logré disimular bien mi abstinencia de estos, ya que una de estas mañanas la humana Blair insistió en que si no terminaba el desayuno ella no se retiraría de la habitación.
La verdad me incomoda tanto que terminé cediendo, mi cuerpo se sintió un poco extraño al principio pero supongo que es porque hace demasiado tiempo no pruebo bocado alguno, en el infierno Everette simplemente se aseguraba de que me tomara un líquido rosa brillante, eso fortalecía mi esencia.
-¿En que tanto piensas, Camille?- Brent me da un pequeño empujón de la frente con su dedo mientras yo parpadeo atónita.
- Te e dicho que no permito que me toques.- suelto irritada.
Él rueda los ojos y bufa.
La verdad aún desconozco la razón del porqué me llaman Camille, aun no termino de acostumbrarme a eso.
- Tenemos que ir al instituto.- me recuerda.
Maldigo por bajo y voy escaleras arriba.
- No iré.- le informo.
-¿Porque?-
- No es mi deber ir.- me encojo de hombros.
- Oh vaya, que buen punto, en ese caso tienes toda la razón, no vayas.- suelta en tono sarcástico. - No seas ridícula y apresúrate.-
- No es mi obligación.- repito fastidiada.
Justo cuando estoy a punto de pisar el último peldaño, este sujeto me carga sobre su hombro y camina en dirección a la salida.
- Realmente no entiendo que pasa contigo últimamente, pero si faltas mamá te matará.-
-¡Ella no es mi madre!- chillo pataleando para lograr que él me libere.
- No es mi maldito problema si eres adoptada o no, solo métete en el auto y vamos al instituto.- me arroja en el asiento y cierra la puerta con fuerza.
Me cruzo de brazos resignada y espero a que él se suba en el lado del conductor para así poder irnos.
E tenido que ocuparme de todas las responsabilidades humanas de esta tal Camille, resulta que asistir a reuniones con otras humanas es completamente necesario ya que si no mi vida social está acabada.
¿A quién diablos le interesa?
Solo quiero encerrarme en una habitación y esperar a que Everette me encuentre. El dolor en mi pecho empeora con el paso de los días, simplemente no entiendo que pasa.
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Pasión Infernal
Romance¡Bienvenido al infierno! El purgatorio está a la derecha, el salón de almas malignas a la izquierda y... Mejor dejo que lo recorras por tu cuenta. Solo ten cuidado, nada es lo que parece, nadie es completamente bueno aquí. ¿Has sido malo? Por estas...