Pasión Infernal

Me agrada, mucho

Everette.

Energía demoniaca.

Exorbitantes cantidades de energía demoniaca. 

Jamás he necesitado energía demoniaca para algo mas que no sea disfrutar sus efectos, sin embargo, la explicación de Muerte me ayudo a comprender un poco mi situación.

También mi reciente experiencia con mi compañera de eternidad ha ayudado a ver un panorama mas claro. A ser un poco mas consciente de que es lo que me espera.

Ni siquiera es la marca la que me obliga a contener toda su agonía, soy yo. Me obligo a hacerlo por un balance entre dos seres opuestos en mi interior.

Mantengo mis ojos cerrados mientras me tomo de golpe otro frasco de energía y suspiro. Necesito mantener el balance de mi lado demoniaco también, no puedo permitir que lo influencie demasiado, de lo contrario será complicado mantener mi forma física. 

-¿Estas seguro que eso te ayudara?- abro los ojos para toparme con la atenta mirada de Shameena, quien esta sentada junto la cama en la que me encuentro. -¿No crees que será mucho mas fácil si regresamos a casa unos días?-

Si tan solo supieras lo urgente que es para mi acabar con esta misión y regresar al Infierno... tal y como lo planeo, el proceso esta en marcha.

Sonrío con malicia al notar la preocupación en su semblante.

- No necesito tal cosa, ahora tengo que mantenerme mas alerta. Saber que mi propia naturaleza es la que me traiciona no es nada gratificante. Sin embargo, soy perfectamente capaz de encontrar el balance en mi ser sin ir al Infierno. Después de todo, puedo hacer de cualquier lugar un Infierno personal para cualquier ser, no debería ser diferente para mi.-

- Sabes que no es lo mismo.- murmura, mordiendo su labio inferior con nerviosismo.

Alzo una ceja dubitativo.

-¿Que tienes?- inquiero al notar su actitud.

Ella hace una mueca.

- Es esa humana...-

Me pongo alerta de golpe.

-¿Viviana?¿Le paso algo?¿Esta bien?- interrogo.

Ella frunce el entrecejo y niega,

- Ella esta bien, esta con Vida.- avisa, pero ahora su tono de voz es mas frio. -¿Que demonios ocurre contigo y esa humana?-

-¿Que quieres decir?- ahora soy yo quien frunce el ceño.

- Eres mas pacifico con ella, bajas por completo tus defensas y permites que te hable con una libertad que no merece, es humana Everette.- noto cuan molesta esta ya que sus garras demoniacas amenazan con despedazar el cuerpo físico que creo. 

- Shameena, es la mortal que nos guiara por este reino. No se mucho sobre humanos pero se lo obstinados que pueden llegar a ser. No entiendo porque te confunde mi actitud hacia ella, era obvio que tener su agrado iba a ser lo mas conveniente.-

- Oh no, sabes que no es lo que quiero decir. Incluso justo ahora estabas endemoniadamente preocupado porque algo malo le pasara. ¿Acaso ahora es tu costumbre enamorarte de seres lamentables?- 

Entrecierro los ojos en su dirección.

-¿Que demonios esta mal contigo?- cuestiono con voz contenida. -¿Es que acaso debes romantizar a todo ser que este junto a mi?-

-¡No lo ves! ¡Estas ciego por ella!- chilla furiosa.

- La única que esta ciega aquí eres tu, tu actitud es completamente ridícula y me esta fastidiando en escalas inimaginables. Shameena, estoy malditamente agonizando a causa de mi marca y tu vienes aquí a acusarme de amar a otro ser.-