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Habían pasado cerca de 6hs cuando mi teléfono sonó con un mensaje de Gabriel

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Habían pasado cerca de 6hs cuando mi teléfono sonó con un mensaje de Gabriel.

Observé sobre mi hombro en dirección a la puerta.

Romeo seguía enfurruñado en la sala y yo me había refugiado en nuestro cuarto. Me había traído a Eddy conmigo luego de que mojara la cocina, el pobre se había puesto nervioso y no se había aguantado. Romeo estaba molesto por eso pero sabía que podía meterse conmigo pero no con mi perro. Eddy era un jodido punto infranqueable, yo realmente no podía entender que demonios había pensado antes de casarme para considerar siquiera dejar a mi perro por él. Con mucho yo me quedaba con Eddy si tuviera que volver a elegir.

Agarré mi teléfono y lo desbloqué para ver de qué se trataba, le mostré la pantalla a Eddy como diciendo "mira es Gabriel, el hombre grande"

Claro que Eddy lo hubiera entendido mejor si se lo decía con palabras, pero no quería que Romeo me escuchara hablando con mi perro. Tenía el estúpido concepto de que hablar con las mascotas fuera de las órdenes básicas que ellos "podían entender" era de locos.

Últimamente ya me trataba como si yo hubiera perdido un tornillo, y yo podía estar un poco loco, a veces me sentía un poco fuera de mi cabeza ¿si? pero no quería darle más letra para que siguiera con eso ¿saben?

Yo podía humanizar lo que se me diera la gana a mi perro, por algo era mío, y en segundo lugar juraba que Eddy me entendía, en serio, no estaba loco, bueno supongo que todos los locos dicen eso, pero el punto es que él sabía quien era yo, y sabía quién era Romeo y seguro que si le decía "Gabriel" él entendería de quién se trataba. Estaba seguro de que el chico le había agradado las veces que había venido a casa.

Miré mi teléfono.

"Dr. Jones, tengo un paciente difícil." Decía el mensaje.

Dudé por un momento en responder, estaba por llamarlo hasta que recordé lo de "Annie" y fruncí el ceño.

"Entonces deberías estar viéndolo a él y no enviarme mensajes ¿Qué pasa Gabriel?"

"¿Otra vez Annie?"

"Tal vez..."

Tonto y predecible, yo realmente quería enfadarme con él pero no podía, yo me sentía estúpidamente como emocionado ¿si? era extraño. intentaba mantenerlo a raya.

"Gabriel, deberías realmente prestar atención a lo que estás haciendo."

"Lo sé. Solo... no es lo mismo si no estás."

Sonreí sin darme cuenta y volví una vez más mi vista a la puerta para asegurarme que estaba solo antes de acomodarme mejor en la cama disfrutando del pequeño espacio de quietud y soledad que me había regalado a mi mismo huyendo de mi esposo.

"estás coqueteándome, Gabriel?

"¿eso creo? ¿funciona?"

Cielos. niño. No pude evitar que mis comisuras se eleven un poco más a pesar de mis esfuerzos por mantenerlo a raya, me resistía a admitirlo, pero funcionaba, por muy malo que fueran sus intentos.

Lo peor de mi (Gay+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora