Antes de empezar...

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Solo éramos dos tipos buscando un estúpido final feliz, lo mismo que todos, solos que terminamos siendo más estúpidos que felices.

Por entonces yo era estúpido, como de verdad, de verdad estúpido.

Fue un verano de esos que te dejan sabor a vino dulce en la boca. Romeo iba a casarse. Yo me tomé unas vacaciones en Milán y puede que me desviara a Roma. Puede que casualmente descubriera que el iba casarse con ese mismo prometido por el que me había dejado la primera vez. 

Y puede... que me presentara a la boda y la jodiera.

 Literal.

Puede que  me jodiera al novio minutos antes del sí quiero.

Arreglé su corbata, le di un beso en los labios y me largué, me dije que ese era el final.  

Luego él vino detrás de mi, todo bonito como en las películas, creí que me había robado el final feliz del cuento de otro.

 Eso me hacía el villano ¿No? los villanos tienen que pagar.

 Supongo que me gané un poco de lo que vino luego...digo cada cual elige como joderse la vida.

Yo elegí a Romeo Giacomo D' Angelo para eso. 

Advertencias

Esta historia es la continuación directa de una parte de mi

Temporalmente ocurre paralelamente a "el legado de caín"

Sí esperas una resolución feliz entre Jed y Romeo pues... 

Lee bajo tu criterio, pero sobre todo no incentivo relaciones enfermizas.

Es ficción, el maltrato (físico o emocional)  no es amor. 

En esta historia se mencionan escenarios médicos inventados, irreales  y exagerados con fines literarios.

Ahora sí... 

Nos vemos en los próximos capítulos. 

Lo peor de mi (Gay+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora