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-Vaya son realmente calientes

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-Vaya son realmente calientes.-Comentó Jorge Luis unos momentos después mientras dejábamos que nuestros cuerpos volvieran a calmarse. Se había corrido sobre mis muslos poco después de que yo me viniera sobre mi vientre.

Lo vi estirarse a besar a Romeo quien se había tumbado a mi lado a recuperar fuerzas, mi esposo le correspondió el gesto, pero cuando tiró sus labios hacia mi para repetir el acto, me limité a correr la cara. Me había lastimado y yo era rencoroso.

-Necesito una ducha.-Le dije y yo lo necesitaba, realmente lo hacía. Mi cuerpo era un desastre con nuestras corridas secándose por doquier.

-Amore...-Romeo que me conocía intentó atraparme por un brazo pero no lo dejé. Bufó y lo último que oí mientras me perdía por la puerta del baño era a Jorge Luis preguntando que qué me pasaba.

Me pasaba que yo ni siquiera había querido esa experiencia en primer lugar y dudaba que la hubiera disfrutado del todo. Estaba tratando de determinar como me sentía con aquello mientras me enjabonaba debajo de la lluvia de la regadera, no había sido "malo" pero el dolor en mi trasero para el día siguiente definitivamente lo sería.

Cuando terminé de limpiarme con esmero no volví directamente a la habitación, de hecho después de envolverme con una de las batas me senté en el retrete a fumar hasta que el ruido de los gemidos del cuarto principal me llegaron. Cuando salí me encontré con Romeo jodiendose a Jorge Luis en cuatro sobre la cama, no era como si me estuviera engañando yo lo sabía, pero había algo molesto en eso de que se hubieran puesto a follar sin mi.

Una parte de mi quería ir hasta allí y empujar al muchachito lejos de mi esposo. Sentí un nudo apretando en mi estomago que lo empujé lejos y endurecí mi semblante asegurándome de parecer indiferente mientras me retiraba de la habitación.

Caminé sin rumbo fijo hasta llegar al área de la piscina y me tumbé en una de las tumbonas que estaban cerca por debajo de una X de palmeras, a esa hora no había nadie por lo que cerré los ojos y me dispuse a descansar.

Yo al fin tenía una respuesta, aquello definitivamente no me había gustado una mierda.

Debí haberlo sospechado desde el momento en el que la palabra trio implicaba compartir algo que era mío, yo nunca había sido especialmente bueno compartiendo, de hecho, una de las cosas que más había odiado siempre había sido tener que compartir todo con mi hermano.

No sé qué en mi maldita cabeza me llevó a pensar que yo iba a poder disfrutar de una experiencia que implicara compartir a mi esposo, y ver como se follaba a otro tipo, yo ero celoso, posesivo, egoísta y de mal carácter, yo estaba bien consiente de mis defectos, también tenía bastante de estancado emocional, saben, yo definitivamente había estado malditamente borracho y fuera de mi cuando acepté aquello.

***

A la mañana me desperté con un cuerpo pesado al lado, pestañeé despejando la nubla del sueño y los tragos, el sol estaba saliendo, mi reloj biológico decían que eran cerca de las 5, me era costumbre levantarme demasiado temprano. Incluso en vacaciones y feriados. Intenté levantarme y entonces recordé el bulto a mi lado.

Lo peor de mi (Gay+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora