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Hola mis amores, cómo están? Llevaba tiempo sin actualizar esta historia, creo que me entretuve el último tiempo con el legado de cain,  mañana tendré otro cap que estoy terminando. Por ahora les dejo este que lo disfruten.

Volvimos a la ciudad en vuelos diferentes, los que estábamos en el hotel nos reunimos a la hora pactada cerca de la una de la tarde del día siguiente, aun con la resaca

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Volvimos a la ciudad en vuelos diferentes, los que estábamos en el hotel nos reunimos a la hora pactada cerca de la una de la tarde del día siguiente, aun con la resaca.

Willow se veía como si la hubieran jodido 5 negros, yo no me veía mucho mejor.  Nos dejamos caer uno al lado del otro espalda con espalda mientras Edd nos regañaba a ambos como un padre enojado mientras esperáramos   a los perdidos.

Una hora después de lo pactado empecé a preocuparme, Eric no era de llegar tarde, Romeo sí, que se retrasara no era un motivo por el que alarmarse, era la clase de hombre que de seguro había llegado tarde a su propio bautizo. Pero de Eric era jodidamente extraño, mi estómago aun medio revuelto se puso peor, era esa mierda de la preocupación.  Que Eric era un obsesivo compulsivo de la puntualidad.

Si no estaba aquí algo tenía que haberle pasado.

Me asusté, para colmo mi teléfono estaba muerto. Como si Edd a pesar del tiempo que llevábamos sin vivir bajo el mismo techo, aun pudiera presentirme, sacó su propio móvil y me lo tendió. 

Oh salve Edd, el buen Edd.

Una llamada corta después Eric nos indicó que nos adelantáramos, que él se encargaría de volver con Jesse y Romeo en otro vuelo.
Me gustaría decir que después de eso, seguí preocupándome por el paradero de mi futuro esposo, pero lo cierto fue que apenas toqué la cómoda superficie del asiento del avión me quedé profundamente dormido.

Me desperté horas después con una sacudida en mi brazo y no me sorprendió del todo encontrarme con Oliver al abrir los ojos.

Eric había dispuesto a su personal para que nos recibiera y nos llevara a nuestras casas sanos y a salvo. Como siempre Eric tenía todo previsto y planificado minuto a minuto, vamos, que su manía por el control podía rondar casi lo enfermizo, pero en esos momentos agradecí mentalmente tener alguien que pensara por los dos, vamos que mi cerebro estaba demasiado destrozado.

Oliver prácticamente me cargó hasta el coche y me dejó en el nuevo apartamento. No me pregunté como es que sabía la dirección, pero supuse que Eric se la había dado, bien pensado, porque si me preguntaban algo en ese momento no recordaba nada.

Después de eso fueron horas negras en mi cerebro, durmiendo. Me levanté solo para orinar un par de veces y tomar algo de agua, tomé mucha agua de hecho. Robé algo de la cocina y volví a dormir hasta que alguien me despertó de nuevo.

Ese alguien fue Mónica.

Solté un gruñido  y tiré mi mano a la mesita de noche para alcanzar otro analgésico y la botella de agua.

Mamá observó el cuarto con el ceño fruncido y comenzó a recoger.

—Mam—me quejé sin decir nada más ¿saben? no era como que pudiera discutir demasiado con Mónica después de todo.

Lo peor de mi (Gay+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora