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-ey -Dije al rato

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-ey -Dije al rato. Will y yo habiamos pedido comida y veíamos nuestras redes sociales distraídamente. Bueno, ella al menos. Yo seguía planteándome como sacar el tema en cuestión. Yo no sabía como, asi que hice lo que mejor sabía hacer cuando no tenía idea de qué hacer. Fui brutalmente al grano.-¿Se lo dirás al padre?

Will que tenía una alita de pollo a medio camino de llevarla a la boca se giró para verme. --¿Eric te mandó a que me convencieras de que lo hiciera?

-no.-Dije firme, ella alzó una de sus cejas depiladas con incredulidad y yo retrocedí como cuando Mónica intentaba que le confesara alguna mentira.

-¿Tal vez?-Pregunté.

-¿En serio Jones? Tu en un juicio vas preso.

-De acuerdo. Eric piensa que quieres abortar al bebé.-Confesé.

Yo tenía un problema con las mujeres, era fácilmente manipulable por ellas, una suerte que no me gustaran o mi esposa me hubiera tenido más dominado que Amanda a mi hermano. Yo cedía demasiado rápido cuando había una mujer en la ecuación. Monica nos había arruinado, cielos.

Will suspiró y apartó su comida.

-¿Quieres hacerlo?-Cuestioné con cuidado intentando ocultar lo mucho que me desagradaba esa idea, cielos, yo hasta puede que me hubiera ilusionado con eso del bebé.

-No lo sé.-Confesó cubriendo su rostro con sus manos.-¿Crees que soy una mujer rota por no quererlo?

-¿Qué? Ey, no Will.-Dejé mi comida y me acerqué a ella para abrazarla. Will se refugió en mis brazos y no pude evitar preguntarme si Eric tenía razón.

Tal vez Will sí necesitaba más apoyo del que podíamos darle pero no sabía como dárselo sin presionarla. -¿de donde demonios sacaste algo como eso?

-Eric prácticamente me insinuó que era una asesina de bebés por pensarlo, de hecho creo que se estuvo mordiendo toda la tarde la lengua para no soltarlo. Y las mujeres en la sala espera cuando fui a la eco, todas se veían tan felices y yo no puedo sentir eso Jed, vi fotos de bebés en internet por horas, y solo puedo pensar en que mi trabajo no va a esperarme en boston, yo estaba trabajando en la programación de un videojuego, llevo dos años en eso, puedo hacer algunas cosas desde aquí, lo he hecho, pero tendré que volver a boston, no quiero volver con un bebé. no quiero cambiar mi vida por él, ¿entiendes? No se supone que si lo amara como esas mujeres allí no tendría que importarme? yo no puedo sentirlo así.No sé si quiero tenerlo, creo que no quiero.

-Ey está bien Will, en primer lugar tomes la decicion que tomes estoy contigo.

-Pero tu quieres este bebé.

Aplasté los labios en una mueca y me tomé unos momentos para calmarme, yo necesitaba ser objetivo. Era una situación delicada. Después de un par de respiraciones profundas volví a hablar con el "tono de doctor" ese que usaba para mis pacientes, era algo automático. yo primero era amigo, después doctor, y después persona.

-Es tu bebé, yo no puedo elegir por ti. es tu derecho, si quieres tenerlo claro que estaré feliz por eso y si no quieres continuar con el embarazo, te acompañaré y te ayudaré en el proceso Will, como todas las veces que ustedes me acompañaron cuando tomé decisiones con las que no estuvieron de acuerdo.

-Cómo casarte con Romeo.

Rodé los ojos y acaricié su espalda ignorando su pulla, yo no mordería el anzuelo, yo la conocía más que eso.-Piensalo, Will, con más razones creo que deberías decírselo al padre si no piensas tenerlo. Si fuera yo me gustaría saberlo Will.

-Sería muy raro si fueras tú.

-Lo diré solo una vez, eres una de mis personas favoritas en el mundo. Como que te quiero un poco.

Eso hizo que wil se riera.

-Me llegas al corazón con tanta cursilería-Rodé los ojos pero sentí en su voz que sonrió antes de añadir en tono más serio un:- Hubiéramos sido una buena pareja ¿Sabes? si hubieras sido tú.

Will alzó sus ojos grises hasta mi, estaban enrojecidos y apoyé mis labios en los suyos por unos breves segundos.

-Pero a ti te gustó mi hermano.-Le recordé.

-Y a ti los penes.

Tenía un punto. Nos quedamos un rato en silencio, entonces su voz más compuesta volvió a llenar el silencio.

-Eric se enfadará con nosotros.

-Lo hará.-Admití, Eric era provida y todo eso. No iba a estar para nada de acuerdo con que hiciéramos esto si lo hacíamos, pero se le pasaría, ambos lo sabíamos- sabes como es, se pondrá en contra cuando se entere, dejará de hablarnos por un par de semanas y luego volverá como cada vez que hacemos algo que no le gusta. tu lo sabes, lo aceptará, eventualmente.

Eric no nos dejaría, podía montarse sus berrinches de niño rico cuando no obtenía lo que quería pero siempre volvía porque éramos eso, tres piezas de una defectuosa mesa a la que podíamos sujetarnos cuando nuestras vidas se tambaleaba.

Hablando de vidas que se tambaleaban, marcaron las 12 en el reloj y Romeo empezó a llamarme.

Will ya estaba acurrucada en su cama, yo iba a quedarme con ella pero al final la insistencia de Romeo me obligó a tomarle la llamada.

-¿Dónde estás?-Me gritó apenas respondí.

-en el hospital-Menti, era mas fácil de esa forma.

-no es cierto Jed, Estoy aquí hace media hora! ¡Maldita sea, estoy en la recepción, nadie nos dice nada. -Se oyó un murmulló detrás de él y luego su voz claramente hablando con alguien más-Zia, no Jed no está aquí, no sé donde está.
Q

Oh cielos,

-¿qué pasó? ¿estás bien? ¿Que hacen en el hospital?

-NO! mi tio, Se cayó en la cocina, no lo sé, llevo una hora llamándote. él, él se quejó de que le dolía el pecho, creo que tuvo un infarto, no lo sé, Jed.-Sentí la voz de Sussy detrás de él preguntando por mi. o cielos, mentir no siempre era lo mejor después de todo.-Ya le pasó hace unos años. se lo llevaron y nadie nos dice nada. ¿Donde demonios estás?

-De acuerdo. Siéntate en la sala de espera y espera, veré que puedo averiguar. -Dije poniéndome en marcha hasta el coche.

-Jed.-Romeo me llamó antes de que colgara su voz sonaba rota incluso por teléfono.-Te necesito, Amore.

-voy para allá. -Dije sintiendo la culpa anidar en mi estomago. Es decir yo sabía que no era mi culpa objetivamente hablando, pero yo como que me sentía culpable por no estar allí para Romeo en ese momento. Yo tenía un muy mal presentimiento. En serio, apenas conseguí subir al coche puse mi teléfono en manos libres para llamar a Sandy. Necesitaba saber quien estaba de guardia esa noche.

Cielos, yo creía saber quien estaba y no era bueno.

Esperé unos cuantos segundos hasta que me di cuenta de que Sandy no contestaría lo suficientemente rapido, descarté el telefono y puse rumbo al hospital. Yo no sabía como explicar que lo sabía, pero incluso antes de llegar supe que lo que me esperaban eran malas noticias.

Lo peor de mi (Gay+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora