Laurus se dirigió a su habitación sin decir nada, recordando las partes en las que Argos había mentido, necesitaba tenerlo presente, por si debía mentir al respecto también.
De lo que estaba segura era que desde ese momento quería que sus suegros se fueran de inmediato.Lo gracioso de su matrimonio era que la casa tenía la habitación principal, tres secundarias y dos para huéspedes y la tonta de Argos prefería la de huéspedes, talvez le encontraba una diversión en particular.
Se dejó caer de rodillas para terminar acostada en la alfombra, era suave y relajante.-¿No podía empeorar éste día? Primero Björn y ahora los Berek ¿Qué sigue?
Se preguntó viendo los hilos de la alfombra. Después de un rato bajó a la sala y se sirvió Brandy mientras esperaba a su esposa ¿Porqué tardaría tanto? Solamente iban a ver a sus padres.
Argos estaba cubriendo el tatuaje de su antebrazo con maquillaje, estaba usando un vestido corto de color negro que marcaba su cuerpo, zapatos de tacón a juego, tomó un abrigo por si hacía frío y salió al encuentro de su esposa que seguía con la misma ropa con la que fue a ver a su padre, un pantalón de sastre gris y una camisa blanca de botones que llevaba por fuera del pantalón. No combinaban para nada, pero qué más daba.
Cuando llegó a la sala encontró a su perro junto a Laurus, se dirigió a él y lo acarició.
-Portate bien, nada de travesuras, mamá llegará tarde
Sin reparar en su esposa fue hasta donde estaba Henry, el mayordomo y le dio indicaciones de lo que debía hacer con sus cosas y su habitación, todo debía estar en el cuarto de Laurus para cuando volvieran.
Tomó las llaves de su Jeep Wrangler negro y miró a su esposa desde la puerta diciendo:-Voy a manejar yo, no quiero morir tan joven, quién sabe cuánto alcohol has tomado
Laurus puso los ojos en blanco y con desgana caminó hacia su esposa, pensando en que esa noche debía aguantarla en la misma habitación, talvez podrían jugar al poker para pasar el rato, fingir una supuesta alta actividad sexual, esa era su parte favorita, era divertido hacer eso entre las dos, amaba ver la cara de sus padres o suegros la mañana siguiente, las miradas cómplices entre ambas por la enorme mentira y la incomodidad que les habían provocado a ellos.
El viaje estaba siendo en silencio, de fondo sonaba música clásica suave, Laurus se lo agradecía mentalmente, estaba muy irritable. En secreto Argos entendía su humor, conocía a Björn von Haussen y podía sacar de quicio a cualquiera, pero jamás le diría a Laurus, simplemente le daría tregua de vez en cuando, sobre todo cuando debían enfrentar juntas ciertas situaciones.-¿Algo en especial que debamos evitar o decir?
Preguntó cuando Argos estaba por estacionarse, la observó por el rabillo del ojo, estaba demasiado arreglada, demasiado guapa, lástima que no sintiera absolutamente nada por ella... Pero las vecinas, ellas sí que le hacían sentir algo, talvez porque no estaba obligada a convivir con ellas.
-Creo que nada
Respondió Argos después de haberse estacionado.
-...O bueno, sólo decir que me ayudas a entender lo básico de finanzas y con las del hospital, trataré a toda costa el tema, que sea el punto de conversación
Antes de bajar sacó de su cartera dos anillos.
-Dame tu mano
Tomó con delicadeza la mano de su esposa para poner el anillo en su respectivo lugar, Laurus hizo lo mismo, un pequeño ritual que tenían cuando debían aparentar, más que nada frente a sus familiares. Al bajar se tomaron de la mano, era un poco incómodo para ambas, pero debían relajarse para que se viera más natural. Según todos, su matrimonio funcionaba muy bien, hacían una buena pareja, hasta los medios las elogiaban y lo único que había pasado durante la luna de miel era que Argos y Laurus habían hecho sus propios acuerdos, después de casi matarse.
Al llegar a la mesa donde los esperaban los Berek cada una saludó. Laurus acomodó la silla de su esposa, ésta sonrió amable y se sentó, al lado se sentó Laurus, devolviéndole la sonrisa como si de verdad la amara, se había llevado mucho tiempo frente al espejo practicando para que saliera genuina.
Bebían de la champaña que estaba servida en sus copas, de vez en vez Argos se acercaba a su esposa, decía cosas graciosas que sólo ellas oían y besaba su mejilla, a los ojos de los viejos parecía que estaban en el mejor momento de su matrimonio, mas no sabían que su hija decía pequeños chistes de lo ingenuos que eran ellos.-Pedí que prepararan una de las habitaciones, no permitiré que se queden en un hotel, además, ya los extrañabamos ¿Verdad, amor?
-Sí, ya los echábamos de menos. Argos ya quería verlos
Los adultos aceptaron la invitación. La cena transcurría con tranquilidad entre conversaciones de trabajo, del club, de viajes y de otras cosas superficiales.
-¿Cuándo me darás un nieto?
Preguntó de la nada Vladimir. Argos casi se ahogó con esa pregunta al igual que Laurus, a las dos les había tomado por sorpresa, al recuperarse Argos respondió:
-Hablemos de eso después, padre. Ésta noche quiero celebrar por ustedes y su nuevo proyecto
Estaba sonrojada, esa pregunta no había sido en el momento adecuado. Alzó la copa y aún así brindó, fingiendo una sonrisa.
Si tan sólo supieran que nunca habían tenido sexo ni dormían juntas. Laurus sonrió con la respuesta de Argos y con el color en sus mejillas, esa pregunta de seguro la había dislocado. ¿En qué estaba pensando su suegro? ¿Creía que era tan sencillo como chasquear los dedos? ¿No le era suficiente que se hubieran casado? ¿O creía que tenía dedos mágicos?
Argos se notaba incómoda, ambas querían llegar pronto a la casa, encerrarse en la habitación y librarse de ellos por un rato.
Después de unos minutos Laurus habló con un deje de preocupación.-Deberíamos volver a casa, Argos estuvo muy ocupada éste día y lo mejor sería que descansara un poco ¿Verdad, bebé? Además, mañana tengo que salir temprano para resolver algunos asuntos e ir al trabajo
Fingió tristeza mientras tomaba la mano de Argos sobre la mesa, la cual asintió con el mismo gesto triste. Se puso de pie y se disculpó para ir al tocador dejando allí a Laurus, Vladimir inició una nueva conversación centrada en cómo le iba con los bancos, pero a penas se estaba ocupando de uno.
Al entrar al tocador puso el seguro, abrió la llave para mojar sus manos y humedecer su frente y cuello.-¿Hijos? ¿Cómo putas me voy a embarazar? ¿De dónde saco un pene para embarazarme? Y sobre todo ¿Cómo diablos hago para que Laurus acepte esa locura? Ella definitivamente no va a querer eso
Humedeció su rostro, lo secó y salió refunfuñando hasta llegar a la mesa y volver a tener un gesto pacífico, se quedó atrás de Laurus masajeando sus hombros como una forma de cariño notando lo tensa que estaba.
-Pareces cansada, amor, algo tensa también, es mejor ir a casa y tomar un baño juntas ¿Qué dices?
Besó su frente como si fuera la mujer más amorosa y preocupada por su esposa. Pagaron la cuenta y volvieron a casa. Un gesto de Henry les indicó que todo estaba listo, además de que habían puesto el seguro a la habitación que normalmente ocupaba Argos.
El hombre acompañó a Vladimir y su esposa a la habitación que ocuparían, pero antes de seguirlo Vladimir acordó con su hija ir al golf el día siguiente, quería hablar con ella y no podía negarse.totoroz001
Estaré publicando en Instagram "fanart" sobre los personajes, en mi cuenta @a.arevalo611Nos leemos pronto
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Tears In Your Eyes
Teen FictionArgos y Laurus von Haussen son un joven matrimonio forzado por la conveniencia de sus padres. Han vivido dos años de matrimonio insufrible en el que parecieran estar en guerra entre sí, hasta que nuevamente la visita de los padres de Argos las hace...