Tears In Your Eyes

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Tenemos a Dilraba Dilmurat (actriz de dramas chinos ) como Satō Ame (foto en el multimedia).

-¿En serio vas a salir con esa asiática?

-Sí

-¿Te gusta?

-No

-¿Entonces porqué te esfuerzas tanto en arreglarte?

Laurus miró por el espejo a su prima, era verdad que se estaba arreglando mucho, pero no para impresionar a Satō, más bien, lo hacía por ella misma.

-No se qué te sorprende

-Bueno, quizás sea cierto, siempre te has arreglado bien... Es sólo que en los últimos meses...

-Precisamente por eso, ya fue suficiente

Alexa sonrió, le gustaba ver a su prima así, mejor y con el ánimo de arreglarse para sí misma. Habían sido meses en los que a penas probaba la comida y se la pasaba encerrada fingiendo dormir.

*

El Mercedes Benz 220 se estacionó frente al hotel Henderson, una chica asiática de lacio cabello salió por la puerta principal, luciendo un vestido negro hasta la rodilla, con el abrigo abierto y un bolso de mano.
Laurus estaba complacida, de cierta forma combinaban, ambas iban vestidas un poco elegantes, ya que el restaurante al que tenían planeado ir era de esos en los que todos vestían bien porque era como un requisito.

-Buenas noches

Saludó la asiática al encontrarse con Laurus, ésta respondió al tiempo que le tomaba la mano y la acompañaba a la puerta del automóvil y la abría.

-¡Qué amable!

Satō Ame sonrió viendo a Laurus rodear el auto para después subir en él.

-Tu auto me impresiona, prácticamente está intacto

-Ha sido muy bien cuidado

Ambas guardaron silencio un momento, fue Satō la que volvió a hablar.

-Te ves muy bien, Laurus

-Gracias, tú también

-¿Lo dices en serio?

-Sí, te ves asombrosa. Deben haber muchos tipos peleando por obtener tu atención

-Lamento desilusionarte, pero no hay nadie, ni un sólo estepicursor

-Este... ¿qué?

-Las bolas de maleza del desierto

-¡¡Ah!!

Laurus sonrió divertida, siempre se había preguntado cómo se llamaban.

-Así que nadie... Deben ser ciegos

-A la gente casi nunca les gusta una sabelotodo

Satō sonaba decepcionada.

-Es porque no saben cómo conquistar una mente brillante

La chica sonrió.

-¿Cómo la conquistarías tú?

-No lo sé, pero podría aprender y de paso saber algo nuevo y de esa persona también... Como hace unos minutos, como pudiste ver, yo no sabía como se llaman esas cosas del desierto, pero gracias a ti ahora lo sé

Satō aparto la mirada a la ventana, sonriendo levemente.

*

-Lo sentimos mucho, señorita von Haussen, pero no disponemos de una mesa en éste momento. Estamos llenos y hay algunos esperando mesa también