ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 28

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Argos y Laurus habían tomado el almuerzo juntas, Argos le había contado a grandes rasgos sobre su pequeño viaje a la playa, Laurus también habló de lo que había hecho en Oxford evitando mencionar a Annie Henderson, no tenía caso.
Para Argos el almuerzo estaba siendo lento, era agradable, podía contemplar el semblante serio de su esposa, por alguna razón le gustaba, sobre todo cuando algún gesto completamente diferente se formaba.
Laurus se sentía cansada del viaje, tenía mucho sueño, pero tenía que estar en el banco antes de cerrar.
Se puso de pie.

—Me retiro, debo ir al banco

La alegría desapareció de los ojos de Argos, tensó su mandíbula aparentando los puños alrededor de los cubiertos, Laurus podía ver cómo la tormenta se creaba, sabía que Argos nunca comprendería sus obligaciones y lamentaba que tuviera que ser así ahora que se suponía la relación entre ellas había mejorado. Argos se puso de pie haciendo una mueca.

—Sí, está bien... Es más importante el banco y verle el culo a Ross ¿No? Descuida, yo... Estaré en mi habitación estudiando por si necesitas algo cuando regreses

Sin pensarlo tomó los platos y la copa que había usado, al llegar al fregadero los lanzó provocando que se rompieran, se fue a su habitación sin decir nada, una pequeña ventisca fue lo que quedó cuando pasó al lado de Laurus, ésta suspiró. Subió a su habitación, enojada y frustrada, estar con Daniel era más divertido porque él la ponía siempre en primer lugar o al menos eso había visto los días que estuvieron juntos en aquella playa.

Laurus al salir de casa se encontró con Rachelle, la miró un segundo y continuó su camino, sabía cuál sería la opinión de ella si supiera lo que acababa de pasar en la cocina.
Subió al Mercedes Benz y salió por el portón, en el camino al banco estuvo con la mente llena de la escena del almuerzo y muchas otras escenas similares.

—Buenas tardes, directora

Escuchó la voz de Ross a su lado, la miró, ella llevaba una taza de café americano en una mano y en la otra unos papeles, los cuales le pidió para revisarlos.

—¿Estos informes quién los ha pedido?

—El gerente ha hecho estos informes para cuando usted volviera pudiera verlos

Estaban bien hechos, pero después revisaría adecuadamente en el sistema.

—¿Dónde está?

—En la oficina

Laurus caminó hasta la oficina de él, tocó la puerta dos veces y posteriormente entró. Quentin Thornton alzó la vista, se puso de pie y caminó hacia Laurus extendiendo la mano.

—Buenas tardes, directora von Haussen. Qué bueno tenerla de regreso

—Buenas tardes, Thornton ¿Cómo fue todo en mi ausencia?

Thornton acomodó una silla al lado de la de él para mostrarle a la directora algunas cosas y platicarle de cómo había funcionado el banco en su ausencia y de lo agradecido que estaba porque Ross se quedara, ella había sido muy eficiente y de mucha ayuda.
Después de casi una hora hablando y revisando archivos, Laurus dijo:

—Al parecer eres bastante competente y eso es bueno, creo que puedes hacerte cargo sin problema

—Muchas gracias, directora, significa mucho para mí sus palabras

Sobre todo teniendo en cuenta cómo le había ido a Jack Brown la última. Laurus se puso de pie, Quentin la siguió.

—He estado pensando que podrías hacerte cargo una semana más

—¿Por qué? ¿Está todo bien?

—Está todo bien. He visto lo bueno que eres en lo que haces, el empeño que has puesto no sólo en estos días en mi ausencia, quizás no sea un premio el que te quedes a cargo, pero...

Tears In Your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora