ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 73

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La puerta se abrió dándole paso a una elegante Argos. Laurus alzó la vista, detallándola de pies a cabeza.
Se veía bastante bien, nadie lo podía negar.

—¿Mentir para defender a una mujer?

Fue lo primero que dijo, Laurus sonrió, no le sorprendía que Argos hiciera un comentario así, como si fastidiarla ya fuera una manera de saludar.

—No es mentira lo que dije. Ella y yo nunca tuvimos una relación

Argos no se lo creía, por supuesto.

—Según tú me ibas a dejar por ella

—Mejor dicho, pensé muchas veces en que habría sido mejor que me casaran con ella, tenemos cosas en común. Probablemente era el hecho de que veía en ella cosas que tú no tenías, gustos similares y su personalidad tranquila... Necesitaba paz, estar cerca de ella me brindaba eso

Argos hizo una mueca, la sinceridad de Laurus era como un golpe.

—Supongo que era mejor que yo

—No se trata de eso

Unos segundos de silencio, Laurus volvió a hablar.

—¿Necesitabas algo?

—No, nada

Argos sonaba ausente.

—Bien, hoy vas a acompañarme al banco

Argos la miró.

—¿Para qué?

—Asuntos del hospital, nada serio, pero quiero que estés presente, para que veas algunas cosas

Argos estaba sorprendida y sentía un poco de emoción.
Antes de salir de la oficina para ordenar la agenda de Laurus, dijo:

—Es bueno que hayas respaldado a Henderson. La prensa apesta, así como la persona que lo haya dicho

—Sobre eso...

Laurus inició.

—...sólo te lo dije a ti

Argos se paralizó, sentía las mejillas frías, como un aviso de la angustia. Si era algo que sólo ellas sabían y si Laurus no se lo había dicho a nadie más, la única posibilidad caía en Charlotte, se sintió molesta, confundida y traicionada.

—Encontraré a quién lo hizo

Juró para por fin salir. Una parte de ella, una en lo muy profundo de su ser pedía que no fuera así, que Charlotte no hubiera abierto su boca, que no fuera ella la fuente, no ahora que le gustaba, no cuando se estaba enamorando.

*

—Señoras von Haussen, bienvenidas

Saludó el hombre que las iba a atender. Laurus se sintió molesta, el gesto en su rostro era evidente, no había pasado desaparecido para Argos.

—Estás retrasado en noticias

Argos dijo con desagrado.

—La directora von Haussen y yo nos divorciamos. Trata de estar al tanto de todo para que no pases éstas vergüenzas

El hombre se notó apenado, se disculpó de inmediato.

—Quiero que alguien más nos atienda

Argos pidió, el hombre no podía hacer más que lo pedido y lo agradecía, después de lo ocurrido no se sentía cómodo.

—¿Porqué lo hiciste? No tengo todo el tiempo, ahora tardarán en enviar a otro sujeto a atendernos, él debía atendernos aún si no se sentía cómodo, es parte del trabajo

Tears In Your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora