Tears In Your Eyes

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Dos Semanas Después

Estaba finalizando Julio.
Laurus tenía mucho trabajo que hacer, debía revisar muchos documentos, cuadrar números, tanto del banco como de los hospitales, estaba siendo un fin de mes estresante, sobre todo porque al final de la jornada se había estado encontrando a Charlotte afuera del hospital, cada maldito día de la última maldita semana.
Tiró los documentos que revisaba sobre el escritorio, se quitó los anteojos de lectura y se frotó los ojos, necesitaba distraerse un momento.

Tomó el teléfono y buscó el número. Había una cosa más que había estado sucediendo con frecuencia las últimas dos semanas, ella había estado llamando a Satō Ame, hablar con ella siempre le relajaba, no hablaba de sus emociones, pero si de cosas triviales, era esa distracción la que necesitaba, porque la otra que podría funcionar siempre le traía problemas.

—¿Aló?

—Hola

Laurus sonrió.

—¿Cómo estás?

—Estoy bien, bastante estresada. Tengo muchos documentos que revisar y no estoy de humor

Satō había cambiado la llamada a videollamada.

—¿Qué te tiene de mal humor?

—Todo. Sobre todo revisar tanto número

—Sería bueno que salgas un rato de tu oficina y des un paseo... Caminando ¡Eh!

Laurus se rió.

—Ya estaba pensando a dónde ir, pero tú quieres que haga ejercicio

—Te haría bien

Laurus hizo una mueca que provocó la risita de la asiática.

—Estoy pensando seriamente en ir a Escocia

Eso llamó la atención de Ame.

—¿Qué vendrás a hacer?

—Pues iré a verte

Ame se sonrojó.

—¿Hablas en serio?

—Sí

Sí, Laurus hablaba en serio, estaba convencida de que la compañía de la japonesa le haría bien. Eso y olvidarse un rato del trabajo, estar lejos de Argos, de sus padres, de todos.

—Bueno, si te decides a venir avísame para ir por ti

—Iría en tren, despues que termine todo el papeleo aqui

—Perfecto

Laurus miró su reloj.

—Te dejo, debo terminar todo y después ir al banco, también tengo que revisar allá, no vaya a ser que hagan un desastre

—De acuerdo. Recuerda dar un paseo para despejar tu mente

—Lo haré. Gracias, Ame

La llamada terminó, se levantó dispuesta a dar ese paseo que le habían sugerido. Al salir Argos no estaba en su escritorio, probablemente estaba en el baño o la cafetería.
Bajó por el ascensor y salió al pasillo buscando la salida del hospital.
Al llegar afuera se encontró con Argos y ésta no estaba sola, Charlotte estaba ahí, haciéndola reír y dándole besos en la mejilla.

Había escuchado por ahí que Charlotte se había presentado como la novia de Argos, con razón se tomaba las molestias de ir todos los días. Bufó y regresó al interior, había sido mala idea intentar tomar aire fresco.