Laurus sentía que no había dormido mucho al llegar a Los Ángeles, pero al menos no se sentía como horas atrás, aunque el efecto de la pastilla seguía y se sentía más lenta.
—¿Vamos a comer algo en lo que esperamos el próximo vuelo?
Laurus miró a su esposa que tenía al lado a Hades, bien sentado. Se encontraban en la sala de espera y se habían cansado de esperar, Argos sonrió cálida estirando hacia arriba los brazos y asintiendo con la cabeza.
—Muero de hambre y no quise comer en el avión, a veces hacen fea la comida
Más de alguno se quedaba extrañado viendolas pasar, el perro era lo que les llamaba la atención, por su tamaño y lo bien portado que era. Era común que otros llevaran sus mascotas, pero no todos iban con un gran danés.
Buscaron un lugar medio vacío para poder comer tranquilas y no tardaran tanto en atenderlas. La comida estuvo llena de risas y conversaciones, y fotos que Argos no se impedía hacer.—Estoy muy emocionada... ¿Tú cómo te sientes ahora?
—Me siento mejor, en verdad gracias
Le dio un apretón a la mano de Argos mientras se terminaba lo último de su comida.
—Me alegra saber que no soy tan mala doctora
Bromeó un poco.
Unas cuántas horas después, si no muchas, por fin aterrizaban en Bora Bora, el ambiente tropical le recordaba a Laurus que ya no estaban en la sombría Inglaterra.—Vamos a casa
Anunció, por fin aprovecharía la casa que sus padres tenían ahí.
Viajaron al lugar, acomodaron las maletas en la sala y se dejaron caer en el sofá.—¿Vamos a dormir?
Preguntó Laurus, en ese paso sólo durmiendo pasaría las vacaciones.
—Deberíamos tomar un baño antes ¿No crees?
Hizo un puchero, atípico de ella.
—Me parece una estupenda idea, joven von Haussen
Le dijo con una sonrisa antes de subir corriendo y llegar primero al baño. Llenó la tina de agua tibia, siendo más agua fría que caliente por el calor que hacía. Desnudó su cuerpo frente a su esposa y se metió a la tina disfrutando de la sensación del agua recorrer su piel.
—Después de esto podemos ir al mercado más cercano para comprar comida ya que aquí no tenemos quién nos haga comida
—Nada más fácil que comer fuera
Laurus replicó despojándose de su ropa.
—Siento que todavía huelo a sexo
Se mordió el labio al mismo tiempo que se metía a la tina, una sensación de relajación la invadió.
Una vez que Laurus se acomodó sobre la tina, Argos se puso de pie y se colocó detrás de su esposa.
-Entonces déjame lavarte bien ¿quieres?
Tomó una esponja y el jabón así como el shampoo y comenzó a tallar el cabello de su esposa con tranquilidad, pasó la esponja con cariño por su cuerpo y se detuvo en sus hombros para dar un masaje tranquilizante, notando que ella tenía muchos "nudos" de contracturas.
-Tal vez te duela pero al final te va a gustar
Laurus se rió al principio, pero cuando Argos puso sus manos en los hombros se tensó, poco a poco comenzó a relajarse.
—Talvez... Ouch... Podríamos ir a un spa
Dolía mucho, pero al final se sentía mejor. También talló el cuerpo de Argos entre juegos y besos.
Más tarde propuso dar un paseo, se puso bloqueador en todo el cuerpo, unos shorts color kaki, una playera blanca y Converse negros.
—¿Lista?
Argos estaba terminando de colocarse la sandalias después de ponerse el bloqueador cuando Laurus le brindo la mano. Llevaba un vestido largo y ligero, de color blanco con mangas 3/4 y abertura en el muslo, abajo llevaba puesto su traje de baño, por si acaso.
—Estoy lista
Dió una vuelta, luciendose ante Laurus, tomó su bolso y después la mano de su esposa y así salir de la casa.
Las calles eran tranquilas, el aire húmedo por la brisa marina y su aroma le agradaba mucho a Argos, Hades caminaba al lado de ellas mirando a su alrededor.
Todo les parecía llamativo y comentaban al respecto, la gente parecía estar muy feliz.
Llegaron a un pequeño kiosco dónde vendían artesanías, souvenirs y otros detalles.—¿Podemos ir?
Argos pidió con una sonrisa en sus labios y un leve apretón en la mano de Laurus.
Laurus puso los ojos en blanco, de broma y fingió ser arrastrada a la fuerza al lugar. Todo era tan playero, muchos souvenirs, mucha gente hablando en francés, algunos cuántos hablaban inglés.
—¿Quieres comprar algo aquí?
Preguntó viendo un adorno hecho de coco.
—Claro que quiero comprar algo, anda ¡Anda! Ve a buscar algo que te guste
Argos tomó en sus manos un par de aretes largos con forma de cangrejos, se imaginó con ellos así que sacó su tarjeta y se acercó a la cajera, pero la tarjeta no pasó. Creía que no había pasado porque estaba en una tienda pequeña y algo estaba mal.
Caminó un poco más, observando a lo lejos a su esposa que veía un par de tazas hechas de bambú, Hades estaba al lado de Laurus, así que Argos aprovechó para mirar más y meterse a un restaurante donde también vendían recuerdos.
Estaba viendo un par de pulseras de hilos, ambas azules con un dije en forma de ola, todo hecho a mano, daba ese aspecto playero y relajado.
Volvió a sacar su tarjeta y pagó, pero de nuevo su tarjeta fue rechazada dos veces.La vergüenza y pena se podía ver en su rostro, nunca la había pasado algo así, siempre compraba lo que quería y ahora su tarjeta estaba bloqueada por sobregiros.
Un par de lágrimas salieron de sus ojos al saber que ya no podía comprar nada, se sentía incómoda de sólo pensar que tenía que pedirle a Laurus.Laurus miró a su alrededor buscando a Argos, la encontró saliendo de un lugar pasándose una mano en sus ojos, algo no andaba bien. Tocó a Hades para que lo siguiera y fue al encuentro.
—¿Todo bien?
Preguntó tomando el rostro de la joven chica entre sus manos, tenía los ojos color rosa y un camino húmedo en sus mejillas.
—¿Alguien te hizo algo?
Al ver a Laurus y sentir sus manos en las mejillas sólo provocó que Argos se echara a llorar haciendo pucheros y señalando el local.
—Mmm no... No... Sirve... La tarjeta...
A penas podía hablar debido a los sollozos, lloraba como si fuera una tragedia, de cierta forma lo era, estaba sin dinero a miles de kilómetros de su casa.
—¿Qué tarjeta?
Laurus preguntó frunciendo el entrecejo. Estaba más preocupada por entender que no estaba prestando atención a cómo se estaba mostrando Argos.
—Mi... Tarjeta no sirve
Sacó su cartera y le mostró la tarjeta plateada que su padre le había dado, se la dió en las manos a su esposa y siguió su camino alejándose de ella, Hades tras ella, como era costumbre.
Ya sé, siempre tardo
Co-escritora: totoroz001
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Tears In Your Eyes
Teen FictionArgos y Laurus von Haussen son un joven matrimonio forzado por la conveniencia de sus padres. Han vivido dos años de matrimonio insufrible en el que parecieran estar en guerra entre sí, hasta que nuevamente la visita de los padres de Argos las hace...