Tears In Your Eyes

ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 44

Espero que éste capítulo les guste. Costó un poco escribirlo pero ya está, y es muy importante lo que pasa aquí. Disfrútenlo.

El doctor movía su pequeña linterna frente a uno de sus ojos. En ese momento no había nada en su mente, sólo el deseo de ir a casa. Recientemente su padre le había comunicado la cantidad de dinero que había dado por todos lados para que lo del accidente no fuera de dominio público y mucho menos sobre el dato de quién lo había acompañado.
Daniel Ibrahim sólo tenía un golpe en el pecho, debido a la bolsa de aire y el labio herido, por la misma, un poco de dolor en una pierna, pero nada más, todo estaba bien.

Cuando el doctor salió, Yusuf Ali se puso de pie.

—Llegando a la casa quiero que me expliques bien qué hacía la hija de Vladimir contigo. Quise preguntar sobre su estado y está reservado a familiares

—Todo un show

—¿Un show? Su matrimonio puede ser una aberración, pero detrás de ello hay mucho dinero. Los von Haussen dominan los bancos, tanto que ya tienen en el extranjero. ¿Crees que la hija de Björn von Haussen estará feliz de que estuvieras tras el volante del auto en el que se accidentó su esposa?

—¿Qué tanto miedo les tienes?

Daniel estaba molesto por ese sermón. Yusuf lo tomó del cabello haciendo que lo mirara fijamente.

—Escúchame bien...

Una enfermera abriendo la puerta, los interrumpió.

—Perdón, pensé que ya estaba vacía la habitación

—Ya nos íbamos

Yusuf le arregló la ropa a su hijo y el cabello, segundos después salieron juntos del lugar.
Al entrar al automóvil de Yusuf, su hijo lo enfrentó.

—¿Qué miedo le tienes a esos von Haussen?

—Están en el mundo de bancos y finanzas, tienen mayor acceso a los estados de cuentas de todos

—¿Y eso qué?

—Pueden rastrear cualquier movimiento, fraudes, movimientos grandes, paraíso fiscal ... Podrían hundirnos

Daniel lo miró estupefacto, el corazón golpeándole fuertemente.

—Dime que siempre has hecho correctamente tus declaraciones

—No

—¡¿Porqué?!!!

—Sabes bien por qué. Me sorprende que no lo supieras o que te hagas ignorante. Así que dime ¿Qué hacía Argos von Haussen en tu coche?

Daniel miró por la ventana, frunciendo el entrecejo, sintiéndose molesto de tener que hablar de sus asuntos. A regañadientes respondió.

—Estuve acostándome con ella como dos meses, más o menos

Yusuf Ali perdió brevemente el control, miró a su hijo y después al frente, acercándose al arcén para estacionarse un momento.

—¿Qué mierda acabas de decir?

—¿Qué tiene de malo?

—¿No piensas o qué?

—Su matrimonio es un fraude

—¡Me importa un carajo! Uno debe saber cómo mover las piezas y hacia a dónde, conocer el entorno de alguien para saber si conviene hacer un movimiento o no, no sólo dejarte llevar por tus impulsos

Yusuf no dijo nada más, puso en marcha el vehículo hacia la casa de Daniel, al llegar y ver el Jeep sintió que algo no estaba bien.

—Dime que ese vehículo es tuyo