ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 24

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Saber que estaba bien y que estaba en la playa la dejó más tranquila, sabía que no podía darle esos lujos a su esposa y de cierta forma se avergonzaba de no haber hecho ese tipo de viajes con Argos, al menos era lo suficientemente independiente como para ir sola sin la necesidad de nadie más.

Estaba regresando con los demás cuando a su teléfono llegaron mensajes de Argos, al ver lo que era casi se ahoga con la bebida. Argos se le hacía una chica muy atrevida...y ardiente, tanto que ya le había provocado calor.
¿Esas fotos querían decir que todo estaba bien y el mal entendido ya había pasado? Estaba arrepintiéndose de no haberla llevado, aunque si Argos hubiese querido la habría alcanzado aunque mil veces le hubiera dicho que no.

—¿Todo en orden?

Preguntó McCabe, a un lado de él había una mujer de mediana edad, bastante guapa y con ropa escotada, Laurus miró de inmediato a Henderson, él sólo bebió de su vaso.

—Todo en orden

Respondió caminando hacia su sitio, la mujer se puso de pie, extendió su mano, la cuál Laurus tomó.

—Ashley

Su voz sensual endulzaba el oído.

—Laurus

—Laurus...

Repitió lentamente, como grabándolo en la memoria.

—...curioso nombre para una joven

Volvió a sentarse sin dejar de mirar a la chica. Laurus miró a Henderson buscando una explicación, éste se acercó para susurrarle que había llegado junto a McCabe, eso la tranquilizó, por un momento había creído que Henderson la había llevado por petición de Björn.

—En verdad es un nombre inusual

Concordó Edwards.

—Bueno, mi padre tiene ésta fascinación por el latín y hay algo de mitología griega de por medio, no es algo que a mí me sorprenda

—Suena sofisticado

Dijo Henderson, ella sonrió con amabilidad. Volvieron a llevarles una ronda de whisky, en ese momento tres mujeres más se unieron a la reunión, sus vestidos cortos y tallados, el maquillaje bien hecho, sus cabellos sueltos y un esquisto aroma de perfume femenino, una se sentó al lado de Edwards, la otra al lado de Henderson, quedando una de pie, su maquillaje no era como el de las otras, era más natural, su vestido se notaba un poco más elegante, para Laurus resaltaba entre las otras tres y no era que las otras no fueran guapas, simplemente la chica frente a ella tenía un atractivo diferente.

—Laurus, ella es Annie, tiene veintidós años, es una chica encantadora, le agradará

Se sintió sonrojar, miró con intensidad al viejo, no es que fuera una santa, sólo que era incómodo y hacía demasiado tiempo que no se comportaba como una casanova.
Después de la presentación Annie se sentó al lado de Laurus, la miró sin sonreír, pero para Laurus algo había en los ojos de Annie que hipnotizaba.

—¿Quieres beber algo?

Preguntó por cortesía.

—No me gusta mucho el whisky, es muy fuerte

Tenía una suave voz que de inmediato le gustó a Laurus. Un mesero se acercó para pedir la orden de las mujeres.

—Un Cosmopolitan

Dijo en lugar de Annie, seguro ese cóctel le gustaría y combinaría con su elegancia.
La conversación continuó con detalles del proyecto, hablando de acabados y muchas más cosas que Laurus no entendía o se le dificultaba. Como bien lo había dicho Henderson, esa no era el área de Laurus, no era su especialidad, pero ella intentaba seguir el hilo, sólo opinaba cuando las cosas giraban a finanzas.

Tears In Your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora