ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 56

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El apartamento parecía el salón de un profesor de arte, las pinturas estaban por todos lados, los pinceles y los carboncillos.
Tenía una semana trabajando en un lienzo pequeño. Hades se mantenía alejado de los tubos de pintura.

Argos había encontrado tranquilidad al pintar, sus emociones fluían en el pincel, como una danza.
Había visto a Laurus en dirección un par de veces, por reuniones de socios.
También la había visto por las calles de Londres, con esa chica rubia, los medios especulaban al respecto, pero nadie tenía una fotografía que confirmara la sospecha de la relación. Su divorcio había salido a la luz, aunque no sabía cómo se había filtrado, según había sido por una fuente confiable.
¿Quién había podido vender su historia? Sólo faltaba que hablaran de su aventura y de su embarazo. Sería la comidilla de todos y ésta vez sí le importaba, necesitaba su privacidad ante sus emociones.

Había publicado anteriormente fotos de pinturas pasadas, había logrado la atención de "conocidos" que sabían de arte, habían pedido ver más, pero ella no tenía más. Trataba de hacerse el tiempo para lograrlo.

*

—¡Ya es suficiente! Para todo ese teatro de pasearte con Alexandra. Busca a alguien con quién sí puedas tener una cita

—¿Para qué? Dudo que alguien pueda hacerme reír como lo hace Alexa

—Tarde o temprano sabrán el lazo que te une a ella

Laurus puso los ojos en blanco.

—No intentes manejar mi vida y cómo me muestro al público. Estoy manejando... Voy a salir con alguien más cuando yo quiera

Dicho eso se puso de pie y salió del estudio. Estaba en duelo por el rompimiento y lo estaba manejando lo mejor que podía, la gente podía pensar lo que quisiera, ella sabía que no estaba haciendo nada malo y era suficiente.

—¿Todo bien?

—Sí

—¿Nos vamos?

Laurus salió de la casa junto a Alexandra, con rumbo al restaurante de un hotel, estaba cansada de la prensa, un poco de privacidad era lo que necesitaba, el lugar era lo suficientemente discreto, más no podía pedir.

El camarero dejó los platos y las bebidas en la mesa.

—Se ve delicioso

Laurus sonrió ante ese comentario. Estaba por beber de su vaso cuando una voz familiar le llamó la atención, sobre todo porque se dirigía a ella.

—Hola

Laurus miró a la persona que le hablaba. Estaba sorprendida, pero no sabía si alegrarse o qué, era una serie de emociones encontradas.

—Hola

—¿Te molesto?

Laurus miró a su prima, la cuál sólo estudiaba la situación.

—No ¿Está todo bien? ¿Qué haces en Londres?

Annie Henderson sonrió brevemente.

—Ya sabes, asuntos de negocios

—Los viajes por negocio no son divertidos

—Me he divertido

—Debe gustarte lo que haces

—La verdad sí, disfruto mucho mi trabajo

—Genial

Respondió Laurus mirando a otro sitio, Annie notó que en realidad sí incomodaba a la banquera.

Tears In Your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora