ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 29

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Argos se sentía ofendida de escuchar la respuesta de su esposa, no iba a tragarse ese cuento.

—¿O sea que sí vas al trabajo a verle el culo a Ross y no lo niegas? ¿Acaso no te gusta lo que tienes aquí?

El pensamiento fue rápido, Laurus se preguntaba desde cuándo tenía algo ahí. Aunque no podía negar que más de una vez ella misma se había sorprendido viéndole el trasero a su secretaria, pero de inmediato se reprendía. Todo pensamiento pasó a segundo plano a ver a Argos bajándose el pantalón y mostrándole la lencería, sus glúteos bien dotados y el tatuaje que tenía en el glúteo derecho que decía "bésame ésta".
Laurus se había mordido el labio inferior al verla en lencería, su atención estaba en las piernas de la chica y en ese maldito tatuaje que siempre había odiado, aún podía recordar cuando al principio se había negado a besarla y cuando le dijo claramente que no lo haría, Argos simplemente se bajó la ropa y le mostró el trasero por primera vez, básicamente aquél tatuaje significaba que le besara el trasero, una burla hacia ella que Argos llevaría eternamente, como un recordatorio de algo que había iniciado mal.

—Dices que no te gusta jugar con calculadoras, pero te la pasas allá encerrada sin ponerme atención. Nunca me pones atención. Nunca podemos irnos de vacaciones. Nunca podemos hacer nada juntas. ¡Ya sé que soy un estorbo para ti!

Laurus la tomó de la cintura y así como estaba hizo que se sentara en ella, pegó su pecho a la espalda de Argos y mientras sus manos recorrían los muslos desnudos ésta susurró al oído:

—Durante mi viaje estuve pensando mucho en lo que habías dicho y tienes razón. Así que... Me tomé una semana de vacaciones

Las manos de Laurus llegaron al borde de la lencería, jugando con escabullirse de la de ella y tocar piel más sensible, estaba esperando una respuesta a lo dicho.
La piel de Argos se erizó por el toque y calor ajeno, era agradable en su vientre, le recordaba a la noche que habían pasado juntas.

—Sí claro, cómo no y yo nací ayer. No podrías aguantar una semana entera sin verle el culo a Ross, amas demasiado tu trabajo como para tomarte unas vacaciones

Hizo un puchero, pero las manos suaves de Laurus estaban dando en el clavo, su respiración era un poco agitada y sin pensarlo acarició el cabello de su esposa.

—Si vamos de vacaciones ¿Prometes no hablar de trabajo, del culo de Ross, ni calculadoras? Sólo eso te pido. Y bueno, tu entera atención hacia mí

Su voz se había suavizado, se notaba más tranquila, cerró los ojos mientras ella misma abría un poco más sus piernas, dejándose llevar para que Laurus tocara o hiciera lo que quisiera hacer a lo cuál ella no se negaría.
Laurus sonrió triunfante, sobre todo al sentir la disposición de Argos para ser tocada por ella, movió lentamente sus dedos en la intimidad de su esposa, besó el hombro por encima de la ropa.

—Ni siquiera creo poder pensar en otro trasero que no sea el tuyo

Mordió la oreja de Argos, la giró para dejarla sobre la cama y continuar dándole placer. Pegaba sus caderas al trasero de Argos y las empujaba rítmicamente mientras la penetraba con sus dedos. Podía escuchar cómo Argos disfrutaba de aquel acto y sentía cómo ella misma se humedecía sólo con escuchar los gemidos amortiguados por la cama.
El enojo que Argos sentía se estaba dispersando. Lo que Laurus la estaba haciendo sentir le habían volverse loca poco a poco, en verdad le gustaba cómo se sentía, lo que le provocaba. Su boca no podía callar los gemidos.

—Lau... Laurussss... Hmmm

Para qué describir lo que pasó después, si basta con decir que ambas quedaron satisfechas sobre la cama de Argos.
Besó sutilmente los hombros y clavículas desnudas de su esposa diciendo:

—¿Cuándo podremos dormir juntas en la misma cama? ¿O aún es muy pronto para eso?

—Si te parece bien podemos hacerlo al volver de nuestro viaje

Se giró para tomar su celular y sin que Laurus viera, archivar el chat con Daniel. Una vez que lo hizo se volvió a su esposa y le mostró hoteles con playa a los cuales le gustaría viajar.

—¿Te gustaría ver a dónde iremos de vacaciones, cariño?

Le dijo para acercarse al rostro de su esposa y robarle un beso tierno y suave.
Había una sonrisa sutil en Laurus, le agradaba ver más animada a la chica frente a ella. Miró en el teléfono de Argos los hoteles que le mostraba.

—La pregunta es ¿A dónde quieres ir de vacaciones? Elige tú, quiero que lo disfrutes por completo

Miró a los ojos grises de Argos, podía notar unas vetas verdes, se veían brillante, en verdad Argos estaba feliz.

—Decide pronto y nos vamos ahora mismo

Era inesperado, lo sabía, pero también era como una aventura, la primera juntas ¿Para qué esperar?

Argos abrió los ojos como platos y miró los hermosos ojos azules de su esposa, los cerró frente a Laurus y movió su dedo por la pantalla de arriba abajo y seleccionó un lugar al azar, el destino.

—Bora Bora

Dijo mirando de reojo a Laurus para comenzar a reírse suave y dejarle un beso en la frente. Laurus también ser rió, recientemente Argos había mencionado ir a Bora Bora, al parecer el destino estaba en el juego, la parte buena era que ya tenían dónde quedarse.

—Hagamos maletas y nos vamos de una vez, espero que por primera vez verte usando un traje de baño... Y hacer muchas cosas juntas

—¿Tra...traje de baño?

—Sí, cariño, traje de baño. Ya sabes, bikini

Se imaginó de esa manera, sentía vergüenza de cierta forma. Argos sonrió, era obvio que Laurus jamás se pondría algo así, pero al menos lo iba a intentar.
De pronto se quedó pensativa pensativa.

—Sólo que... ¿Podemos llevar a Hades? No me gusta dejarlo tanto tiempo solo es como de la familia

—Sí, hay que llevar a Hades, seguro le gustará el paseo

Argos se puso de pie mostrando su cuerpo desnudo, buscando su ropa y la de Laurus para que justo en ese momento hicieran maletas y compraran los boletos. Laurus volvió a reírse por el comportamiento de Argos, vistiéndose rápido, tomando la maleta que Laurus tenía cerca de la puerta, pues aún no desempacaba, Argos había sacado todo y había comenzado a guardar otro tipo de ropa, a penas y se había logrado poner ropa interior. Laurus comenzó a vestirse, para ayudarle, se acercó y le dio un beso en la boca, salió de la habitación y buscó las maletas de Argos, también fue a buscar a Rachelle, quería pedirle algo antes de irse.

—Estoy por salir de viaje con Argos. Por favor, pasen sus cosas a mi habitación, volveremos en una semana y... Ella comenzará a dormir conmigo

Rachelle afirmó, cuando Laurus se retiró a su despacho sonrió, no las entendía, pero al parecer las cosas ahora sí irían bien.

Co-escritora: totoroz001

Tears In Your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora