Alexander Jazub
Regresaba del Blue Hell, mi hermano se había comportado extraño en estas últimas horas que estábamos en el lugar, no se despegaba del vidrio y observaba hacia abajo fijamente. Soy la mano derecha del jefe de la mafia rusa, quien casualmente, es mi hermano mayor: Caleb Jazub. Estamos de visita en la ciudad dado a que nuestros enemigos están complicando nuestros negocios en este lado del continente.
Después de un largo día volvía al departamento junto con mis guardaespaldas. Miraba distraído por la ventana, ya era muy tarde, las calles estaban desoladas y oscuras, nada las iluminaba. Miré hacia el frente cuando unas luces nos iluminan desde adelante y enseguida me alerto.
- ¡Detente! – le ordeno a quien va manejando al notar que esto es una emboscada y saco rápidamente mi arma.
Mis hombres salen del auto comenzando con el tiroteo mientras yo me resguardo detrás de la puerta. Observo como uno de ellos es herido y salta detrás de un auto. Espero que la herida no sea de gravedad, no quiero bajas en mis filas y tener problemas con el gruñón mayor. Les disparo de regreso pensando en quienes podrían ser y a mi mente solo llega un solo culpable: la mafia de Chicago.
Estos tipos son los principales culpables de nuestros problemas y son el dolor de culo de la mafia de New York, esta guerra por el poder comienza a ser un fastidio. Las cosas comienzan a complicarse, las balas comienzan a agotarse, si esto sigue así, terminaré con los sesos esparcidos en el pavimento; me preparo para darle la orden a mis hombres para acabar de una vez por todas con esto cuando por el rabillo del ojo observo como alguien con vestido salta del auto donde se escondió mi hombre "¿qué mierda?".
Saco un poco mi cabeza para observar lo que sucede ante mis ojos y me quedó en blanco. Hay una chica que les dispara mientras las balas se dirigen a ella, solo que estas no la tocan debido a que utiliza el cuerpo de uno de ellos como escudo. Las balas se les acaban al igual que las de ella y se le van encima mientras sacan sus navajas.
Logra golpear a uno y desarmarlo, logrando darle en un costado y dejarlo inmóvil en el suelo, se abalanza a los otros dos que quedan y logra darles cortes limpios en la garganta, dejando vivo al que está tirado en el suelo. Cuando todo está despejado, se acerca al hombre que dejó tirado y lo jala del cabello mientras tienen una conversación y cuando esta finaliza, decide cortarle la yugular en un movimiento profundo y rápido.
Parece quedarse en trance mientras ve como el hombre se desangra en el suelo, aprovecho para salir y enfrentarme a esta chica, al escucharme solo puedo ver el costado de su rostro ya que está de espaldas hacia mí y veo algunos rastros de sangre, que claramente no le pertenece a ella.
- ¿Quién eres, linda? – le pregunto logrando ver como alza su ceja y bufa al mismo tiempo.
- De nada rusito, ¿Qué les pasa? ¿Qué no saben agradecer cuando alguien les ayuda? – responde encaminándose a la parte trasera del auto, donde recuerdo que se encuentra uno de mis hombres, Ikor.
- ¿Cómo me llamaste? – decido preguntarle ya que no entendí la palabra que dijo, no hablo español – Olvídalo, no me interesa, prefiero saber quién eres y porqué nos ayudaste – espeto mientras veo como ayuda a Ikor a incorporarse del suelo y es cuando veo el torniquete en su pierna.
- Mira rusito – de nuevo esa palabra – no tengo interés en decirte quien soy y a mí no me interesa quién eres tú, dejemos las cosas ahí, y respecto a lo segundo, me ayudé a mí misma, era eso o que me mataran por culpa de él – señala a Ikor con la cabeza mientras lo sostiene – mejor llévalo al hospital, yo me largo de este lugar.
Decido no insistir en averiguar su nombre, eventualmente lo sabré.
- Síganla – les digo a mis hombres – pero sean discretos, no quiero que se dé cuenta – tomo a Ikor y lo dirijo a la camioneta para salir de este lugar.
- Esa chica fue impresionante, su técnica de pelea y la forma de defensa es del tipo militar – menciona confirmando lo que sospechaba.
- ¿Puedes manejar? – le cuestiono y asiente – bien, ya sabes a cual hospital, haré una llamada.
-&-
Caleb Jazub
Termino la llamada con mi hermano y me dispongo a esperar la dirección que mis hombres me deben enviar. La sangre corrió como si fuese lava al escuchar las primeras palabras que surgieron de su boca: "fuimos atacados". El único alivio momentáneo que recibí fue cuando me confirmó que se encontraba ileso. Anteriormente me parecían igual de relevantes como una mosca, bueno, ahora se han ganado toda mi atención.
Aunque de todo lo que me informó, lo que me llamó la atención fue la descripción que me dio de la persona que al parecer lo salvó: una mujer de aproximadamente 1.70, defensa y técnica impecable en pelea, excelente uso de armas, hermosa y bien preparada para la situación. Encontrarse un conjunto como este de la misma nada no parecía ser algo al azar, de ser así, vaya que tenía suerte.
Cuando mi teléfono suena de nuevo, le doy la dirección a mi chofer y enseguida nos dirigimos hacia allá. Tengo mucha curiosidad por saber a dónde nos lleva todo esto, llevo una escolta por si las cosas se ponen rudas. Mi teléfono vuelve a timbrar, solo que esta vez es el video de seguridad que había ordenado antes de salir del Blue Hell. Reproduzco el video y enseguida la veo: su cuerpo es abrazado por ese esquicito vestido negro, su cabello logra confundirse con su vestimenta y su rostro es iluminado apenas unos segundos por las luces.
Desde el momento en que la vi por la ventana de mi oficina, quedé prendado, sus movimientos al bailar eran hipnóticos y me era imposible despegar mi vista de ella. Era todo un espectáculo, llamaba la atención de quien se encontraba a su alrededor y no se daba cuenta de ello, era eso o prefería ignorar todas las miradas que le daban. Antes de que termine el video, veo la forma en la que busca algo entre la multitud, como si hubiese sentido que la estaba observando y mira hacia la cámara.
Me avisan que llegamos y apago mi teléfono antes de salir. Observo el edificio desde el otro lado de la acera, preguntar en la recepción por una mujer que acaba de entrar sería llamar la atención y es lo que menos quiero ahora. Me adentro al edificio detrás de mí y subo hasta la azotea, miro todas las ventanas dándome cuenta que los vidrios están tintados, por lo que no podré ver hacia adentro, pero ellos sí podrían verme a mí. Hay algunos balcones, podría usar eso.
Saco un cigarrillo y lo enciendo, pretendo fingir que estoy aquí para tomar un poco de aire. Si la mujer que salvó la vida de mi hermano sabe quién era él, entonces sabrá quién soy yo y que vengo por ella; en dado caso de que haya sido un caso aislado, bueno, pues de todos modos tiene la mala suerte de haberse puesto en la mira del Boss de la mafia rusa.
Termino mi cigarrillo y lo arrojo al piso para pisarlo. Expulso el humo por la nariz y miro una última vez al edificio antes de darme la vuelta.
- Eto budet veselo – "Será divertido" sonrío y cierro la puerta de la azotea.
Hola, segundo capítulo editado.
Coloqué algo totalmente nuevo que no estaba anteriormente, espero les guste.
Nos vemos en el siguiente.
Besos en las nalgas, chao.
ESTÁS LEYENDO
Krovozhadnyy
ActionLo dicen los adultos y por consecuencia nosotros: la vida es una montaña rusa. Por la momento estas yendo de fiesta con tus mejores amigos, y en un dos por tres estas en medio de una balacera sin saber que el destino te iba a hacer una pésima jugada...