Rateel Maddcro
Estoy en la comodidad de mi hermosa cama de doble plaza, mi cuerpo se encuentra enredado en las sabanas y tengo mi rostro hundido en mi deliciosa almohada, la gloria pura. Hasta que un descerebrado comienza a tocar la puerta de mi apartamento como un jodido psicópata consiguiendo que salte de mi cama y caiga de cara al suelo. Consigo desenredar mi cuerpo de las sábanas para por fin levantarme el suelo, tomo mi bate y voy hacía la puerta para abrirla antes de que el jodido desesperado logre tumbarla.
- ¡Cómo no dejes de golpear la puerta embarraré tu poco cerebro en la pared del vecino! – exclamo agotando mi poca paciencia, y como arte de mágica, los golpes paran, pero solo para convertirse en pequeños toques sumamente rápidos; alguien quiere morir hoy y yo gustosa, se lo cumpliré.
Abro la puerta de tirón preparando mi bate para enterrárselo en la cabeza, hasta que notó a la... No, a las personas detrás de ella.
- Si sigues enojándote así te vas a estreñir – dice mi mejor amigo.
- Erick, ¿qué demonios haces golpeando mi puerta como lunático tan temprano? Es viernes – Erick me observa como si le hubiera hablado en otro idioma.
- ¿Temprano? Ritil, son las jodidas tres de la tarde, ¿Qué demonios haces dormida tan tarde de todos modos? – "Ritil" odio que me diga así, siempre lo he odiado.
- ¿Pueden dejar su pelea de gatas para después? – interrumpe Alicia metiéndose por debajo de mi brazo, el cual sostiene con enorme fuerza la puerta para evitar meterle a Erick el bate por el culo.
- Por más que me encante verlos pelear en este momento no quiero ver como se desgreñan, ¿me dejas pasar o tengo que agacharme? – Fernanda me observa con expectativa mientras hace un ridículo baile – Rate, me estoy meando, abre la jodida puerta antes de que me orine aquí.
Abro la puerta en su totalidad y veo que corre a una velocidad impresionante al baño, al parecer tenía demasiadas ganas ya que para lo único que correría sería para alcanzar al señor de las donas o corretear a Erick cuando roba parte de su comida. Dejo mis pensamientos a un lado cuando escucho ruido en mi cocina, dejo el bate sobre la cómoda a lado de la puerta y me voy hacia el sonido donde veo como Alicia busca que cocinar.
- Los macarrones están en la segunda gaveta, a un lado de donde guardo los platos – le digo a Alicia.
- No vamos a comer macarrones, comeremos espaguetis.
- Como quieras, en fin, ¿a qué debo su maravillosa visita? - cuestiono con sarcasmo.
- Estamos aquí porque los cuatro saldremos de fiesta y no, no tienes opción - volteo para ver como Fernanda sale del baño mientras se abotona sus pantalones, dejando a la vista su tanga leopardo, bizarro.
Me encojo de hombros sabiendo que diga lo que diga, es algo que sucederá, cuando los tres se ponen de acuerdo, no hay nada que los detenga.
Las horas pasan rápidamente y mi apartamento se convierte en un zoológico al estar todos yendo y viniendo para arreglarnos. Le pido a Erick que escoja mi ropa por mí, está en el último año de diseño de modas; mis mejores amigos se encuentran en el último año de sus carreras, donde Alicia decidió arquitectura al igual que Fernanda, por otro lado, yo decidí estudiar administración de empresas, aunque me gradué un año antes que ellos.
- ¡Rateel Maddcro, trae tu culo para acá y comienza a vestirte! – salgo del baño analizando mi maquillaje simple. Me gusta hacerlo, pero me da pereza tener que desmaquillarme después y más si es muy elaborado.
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Krovozhadnyy
AcciónLo dicen los adultos y por consecuencia nosotros: la vida es una montaña rusa. Por la momento estas yendo de fiesta con tus mejores amigos, y en un dos por tres estas en medio de una balacera sin saber que el destino te iba a hacer una pésima jugada...