Caleb Jazub
Día uno de la desaparición
He movilizado a todos mis hombres por toda Rusia en busca de algún rastro. El sabor de la traición de una de las personas que consideraba importantes me sabe a mierda, ¿Cómo permití que pasara en mis narices?
Al llegar a la mansión veo a mis padres y a Alexander fuera de esta y a los amigos de Rateel a un lado viendo todo "a ellos no los pedí".
- ¿Qué demonios ocurre? – cuestiona Alexander una vez bajo del auto – todos están como locos, ¿Por qué Eiden no está aquí?
- Porque él es el hijo de puta traidor – mascullo entre dientes y mi madre jadea poniendo una mano en su pecho.
- ¿Estás seguro de ello? – madre niega ante la verdad, pero mi atención se la lleva el amigo de Rateel, el cual se ha puesto pálido.
- ¿Dónde está Rateel? – pregunta mi padre y la respuesta se me atora en la garganta.
Respiro hondo y cuando voy a responder, Erick entra a la mansión corriendo con las amigas detrás. Enarco una ceja en dirección a Alexander cuestionándole y cuando eleva sus hombros, los sigo con arma en mano, ya no me fio de nadie.
- ¿Quieres malditamente apurarte? – la voz de la rubia suena desesperada.
- ¡Con una mierda que ya voy! – cuando entro a la habitación, veo a el amigo sentado frente a la computadora de Rateel.
- Deja esa computadora en su sitio – le apunto a la cabeza desde mi lugar y le quito el seguro para demostrar que no bromeo.
- ¿¡Qué carajo crees que haces?! – Fernanda se posa frente a Erick, mientras que Alicia me mira con cautela.
- No lo repetiré de nuevo – me acerco y ella alza la barbilla con valentía – deja eso en su sitio si no quieres que...
- ¡Bájale de huevos, pendejo! – me mira con rabia contenida – queremos encontrarla y justo ahora no estamos para machitos alfa.
Me da la espalda y Erick comienza a escribir con desesperación en la computadora. Se ve nervioso y me acerco para ver lo que hace. Veo un mapa y un programa de localización.
- ¡Está cargando! – apunta a un punto rojo que comienza a parpadear – ¡ahí está! ¡¿Qué coño están esperando?!
Tomo fotografía del área y la mando a Dave. Le ordeno a mis hombres que alisten las armas, las órdenes son traerla con vida, mi prioridad es regresar con ella.
Cuando llegamos veo un almacén abandonado en medio de la nada, el lugar perfecto, nadie se enteraría de nada. Un sentimiento desconocido crece en mi interior al saber que está en manos de ese enfermo desde hace más de 5 horas. Me enerva imaginar lo que pueden estar haciéndole.
Bajo de la camioneta aun en movimiento, del auto baja mi chofer y se coloca detrás de mí revisando el techo en busca de algún francotirador. Tomo la bazuca que me ofrecen y vuelo la entrada principal. Atravieso la entrada y nada. No hay malditamente nada, en el lugar solo hay tres sillas en medio del almacén.
Les ordeno a mis hombres revisar todo el lugar y a los alrededores mientras yo me acerco. Mi chofer encuentra algo en uno de los asientos, hay un sobre grande, no es muy grueso y guardo mi arma para abrirlo.
Al ver el contenido, mi estómago se revuelve. Mi respiración se agita al ver las fotografías donde se muestra una Rateel inconsciente y atada. La última fotografía me altera cuando muestra a Marcus McCall besando a Rateel mientras le sostiene la mandíbula para mantenerla abierta.
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Krovozhadnyy
ActionLo dicen los adultos y por consecuencia nosotros: la vida es una montaña rusa. Por la momento estas yendo de fiesta con tus mejores amigos, y en un dos por tres estas en medio de una balacera sin saber que el destino te iba a hacer una pésima jugada...