Rateel Maddcro
Sentía que el corazón se me saldría por los oídos. Mi cuerpo estaba golpeado por todos lados y ya no sabía si la sangre que tenía encima era mía o de los que había matado con mis propias manos hace cinco habitaciones atrás luego de que las balas se me terminaran.
Terminando aquí me tomaría un puto año sabático lejos de toda esta mierda y me relajaría, puedo sentir dolor en lugares que no sabía que me podían doler y donde se supone que no me debería doler.
Cambiaré mi nombre a Dolores
Me separé de todos los demás cuando un imbécil me tacleó hacia el comedor y tuve que pelear con varios, el lugar era una maldita masacre y sabía que después de todo esto probablemente tenga que ir a terapia. O tal vez no. Detalles.
El área donde me encontraba estaba sospechosamente tranquila, el suelo estaba cubierto de sangre y también las paredes, había cuerpos sin algunas extremidades y otros más con agujeros demasiado grandes.
Nunca he ido a la guerra, pero supongo que esto es algo similar a ello. Me tomé unos minutos para respirar hondo y calmar un poco mi corazón, aunque el olor a hierro era tan potente que me provocaba ganas de vomitar.
Al final del pasillo había una habitación de doble puerta, era la única que me faltaba inspeccionar. No tenía más armas encima y en el suelo todas estaban descargadas, encogiéndome de hombros y valiéndome una hectárea de mierda me aventuré a la habitación número quién sabe cuál esperando ver más cadáveres o...
- Puta madre – digo recargada en el marco de la puerta – de haberlo sabido desde el principio me hubiera ahorrado tanto.
- ¿Y perderme tu hermoso desenvolvimiento en una batalla y verte sangrar? Nunca, amor – Marcus se levanta del escritorio y le dedico una mirada despectiva.
- ¿Qué tal si eres una buena presa y te pones de rodillas para que pueda matarte de una vez? Serías un chico muy bueno – siento mis nudillos destrozados y sangrando, pelear con él en estas condiciones podría ser...
- ¿Qué tal si eres tú la que se pone de rodillas para rogarme por tu vida y de paso chupármela como tanto he fantaseado? – ...la puta gloria.
- Disfrutaré tanto matarte – hablo mientras me aproximo al centro de la habitación.
- Demuéstrame de lo que eres capaz, amor.
Espero a que lance el primer golpe para interceptarlo con mi brazo. Es más alto que yo y tiene más músculo, lo sé, pero yo soy rápida e inteligente. Aunque mi cuerpo esté pidiéndome a gritos un descanso, sé que ante el mínimo descuido todo puede irse a la mierda y costarme mucho, simplemente no puedo rendirme ahora que todo está por terminar.
Subo la pierna derecha para asestarle una patada en el costado de su cabeza, pero logra tomarla dejándome con la pierna suspendida, tiene el poder de romperme cualquiera de las dos piernas en esta posición, por lo que me apresuro a impulsarme con la otra pierna y patear el otro lado de su cabeza.
Caigo al piso de costado y cuando me giro, se viene encima de mí. Antes de que pueda ahorcarme, tomo ambos brazos y subo mis piernas a su cuello en busca de asfixiarlo. Por 15 segundos logro hacerlo, hasta que logra zafar sus brazos y me toma de las caderas para elevarme, golpeo su espalda con mis codos hasta que me arroja hacia atrás y mi espalda golpea en seco contra el escritorio donde estaba recargado.
El aire escapa de mis pulmones por el impacto y la tanda de golpes no se hace esperar, lo siento golpearme en los costados de mi abdomen y mi rostro, la sangre se aglomera en mi boca dándome la sensación de ahogamiento que necesito para reaccionar y conectar mis rodillas en su rostro y empujarlo hacia atrás.
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Krovozhadnyy
ActionLo dicen los adultos y por consecuencia nosotros: la vida es una montaña rusa. Por la momento estas yendo de fiesta con tus mejores amigos, y en un dos por tres estas en medio de una balacera sin saber que el destino te iba a hacer una pésima jugada...