ENFERMO +21

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El chocolate se asienta en mi paladar y el sabor se me hace, lejos de dulce, amargo.

— ¿Cómo cambió? Dices que ella cambió después de esa fiesta y me narras lo que viste como si fuera importante...

— Porque después de años repaso cada cosa que me haga entender la razón por la cual no regreso — sus ojos ya no me miran, miran la taza de café que yace en la mesa a unos centímetros de su mano—. Una cosa es la razón por la que se fue, y creo que me he enredado con este tema y de camino de metí en este enredo linda. Claro que se la razón por la que se fue, pero no creo que sea la misma por la cual no regreso después.

Mi cabeza explota con eso... Lo que ella intenta decirme es que...

— Todos estos años te has preguntado que hizo que nunca regresara, ¿por qué?

— Tu madre había empezado a tener fuertes peleas con tus tíos y por tus tíos habló de Randall y Zabel, ya que Marlon estaba en Francia estudiando. También discutia con tu abuelo al punto de arrojar cosas y yo no es como si hubiera quedado sentada — muerde una galleta—. Recuerdo una noche que la fui a ver, antes la había intentado ir a ver pero s enegaba a abrirme la puerta, debí insistir más... — su voz empieza a quebrarse y mi pecho se comprime porque pienso igual, que debió insistir más—. Bueno esa noche había discutido con Randall y estaba inconsolable, nadie me decía nada y quise preguntarle a ella que pasaba, que tenía o que le molestaba.

El pan que hasta unos minutos atrás había dejado de despedazar vuelve a su manos para hacerse migas entre su dedos.

— ¿Cuál fue su repuesta? — pregunto intrigada con la garganta a punto de cerrarse por contener mis ganas de sacar el dolor que esta charla me provoca.

— La abrace y le sobe la espalda, le pregunté que le pasaba y ella solo negó y me dijo: “Abrázame mami, porque quiero sentir que soy una niña otra vez” — una lagrima se le escapa y aprieta el pan con fuerza—. Lo hice la abrace y le cante canciones como cuando era una niña, la arrope y le susurre lo especial y amada que era hasta dormirla. Dos días después tu padre, Mislav se presentó a la casa y exigió hablar con tu abuelo, quise entrar pero tus tíos insistieron que no entrará al despacho. Tu madre entró con miedo y de la rendija puede ver como tu abuelo quiso golpearla y Mislav se metió golpeando a tu abuelo, entre sin saber el contexto e intente evitar en conflicto, tu abuelo le grito a tu madre si era eso lo que quería — la abuela se seca las lágrimas con una servilleta—. A ese punto yo estaba hecha un mar de lágrimas y tu abuelo le gritaba a Rhosslyn : “parte le el corazón a tu madre, se capaz de partirle el corazón a tu madre”. Lo que Fergus no sabía era que mi corazón se estaba rompiendo desde hace tiempo y no por ella, si no por él y por sus acciones contra mí rosa. Tú madre me miró pero bajó la cabeza y con tu padre subió rápido a su habitación, intente detenerla, yo.... Yo intente — la abuela se quiebra y desesperada busca sus manos— intente detenerla para que no se fuera, nadie me ayudaba, ¡nadie me ayudaba a detenerla! Ella solo me dijo que me amaba antes de subirse al auto de tu padre y esa fue la última vez que la vi... Estaba desesperada, iba a subir a buscarla, pero Zabel me detuvo. Todos me detuvieron, las horas pasaron y tu abuelo en un intento de consolarme y minimizar la situación me aseguraba que Rhosslyn regresaría, que no sobreviviria sin lujos más de dos días, pero los dos días pasaron y no regresó, y dos días se convirtieron en dos semanas y nadie hacía nada y hací hasta que las semanas se convirtieron en dos meses y Marlon les abrió los ojos a todos ellos. Intentaron buscarla pero no la encontraron, publicamos anuncios en los noticieros pero no había respuestas, hasta que cansada y con el corazón deshecho por tu madre decidí contratar un detective privado, tardó cuatro años en intentar hallar a tu madre hasta que Randall se unió y se halló que Rhosslyn Kingston no existía. Todo vino en declive.