Hage Diederich XXII

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Hage estaba pensando, y cuando Hage pensaba nada bueno auguraba.

— Lo sabías, por eso no te defendiste, ¿no es así?

Fiona había intentado ir a visitar a Rossetta y por accidente escucho la conversación que había tenido la pelirroja con Thiago. Ella sabía que debía ser cautelosa y cuidadosa lo doble ya que ahora tenía una razón más para dejar pasar lo de su hermano y no entrometerse, sin embargo al igual que Hage ella sabía maquinar planes y encajar piezas.

— ¿A qué te refieres? — Hage ya no poseía la mirada sin sentimiento, d e hecho parecía más humano y eso golpeó a Fiona. Porque algo ams peligroso que un Hage sin humanidad era uno con ella. Los sentimientos en personas como Hage eran poco y por lo tanto intensos— Hermanita.

Sentir era como una heroína, como droga, como veneno que consumia la cordura. La sangre hervía el triple y las emociones encarecida vibraban con ganas de salir, y salir de donde sea era peligroso.

Fiona sabía que están tonteando pues ella sabía que él ya suponía de lo que le hablaba asi que sólo soltó una risa amarga.

— Ese día, sabías que tenía un bisturí detrás de ti, sabías que te lo iba a enterrar y no hiciste nada, fingiste que estabas sorprendido por tu acción, pero lo cierto es que ya lo esperabas.

Hage sonrió.

— ¿Y que? Vas a ponerte a llorar otra vez —Hage dejo el marco de su ventana donde estaba recostado y se dirigió a la chica de ojos bicolor— ¿Qué pruebas con eso? No puedes hacer nada hermanita.

Fiona tamblaba, tenía miedo pero era valiente, mucho más valiente que cualquier hércules o héroe mitologíco. Ella era una mujer hecha de fuerza y resiliencia.

— Sabías lo del contrato, sabías que ella podría irse después del año y quisiste evitarlo — Hage avanzó hacia ella y Fiona retrocedió—. Tu fuiste quien le dio la idea a la abuela de ira Dubai, tu has estado detrás de esto...

— Me atrapaste — sus ojos expresaron diversión y Fiona sintió como moriría allí mismo—. Pero te faltó algo.

— ¿Que?

Hage deposito un beso en la mejia de su hermana y esta se paralizó horrorizada.

— Yo fui quien hizo que la abuela discutiera con ella. Le dije que tarde o temprano Thiago pediría dinero por cualquier excusa —movió mechones del rostro contorsionado en horror de Fiona—. Le dije porque sabía que ella se lo mencionara y la haría estallar, la haría decirle un montón de cosas y le provocaría un infarto que la culpa no la dejaría irse pronto.

Fiona jadeo y retrocedió rápidamente chocando cobtra una estante donde varios libros se le cayeron en la cabeza y al bajar la vista vio el libro que su padre le había dejado a Hage antes de morir. Un libro escrito únicamente por Vicente Kingston para Helge a petición de este último.

—Tarde o temprano caerás...ella se dará cuenta...

Hage negó confiado y sus ojos mostraron otra emoción que dejó boquiabierta a Fiona.

— No digas eso.

Fiona no paro de mirar los ojos enojados y afligidos de ese monstruo que portaba el mismo apellido que el de ella.

— Tú... Tú la amas.

Y entonces todo, absolutamente todo para Fiona estaba perdido.

Hage se había obsesionado con una mujer antes de Rossetta, pero con la pelirroja ya no sólo era obsesión, era algo que normalmente representaba una fuerza, lo más grande, pero a manos de él, en especial de él, dicha cosa no era más que peligro con aire de muerte y olor a sangre.

— Si.

ENFERMO +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora