Extra Del Día De La Madre

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La desaparecida me dicen. Pero bueno ya falta poquito para que retome la historia, para quienes me siguen pues ya sabian el contexto de porque me he estado tardando mucho. Para los que no pues a final lo explico.

Mientras dejo esto como compensación. Lean y espero disfruten.
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Escucho los pasos al final del pasillo, se que no es mamá, tampoco papá, la primera porque suplique que no le dijeran y el segundo no creo que haya podido con lo ocupado que esta del trabajo. Sea quien sea no levanto la vista de mis manos, todavía tengo sangre seca en la uñas, en la falda y parte de la camisa del uniforme.

Los pasos suenan más cerca y no es necesario elevar la mirada cuando dos pares de pies vistiendo zandalias de tacon se detienen.

Ella suspira y solo aprieto las manos entre si, no dice nada, pero se que ha notado toda la sangre que hay en mi. Suspira y se sienta en la silla de mi costado.

— ¿Sabes? Esto es como un deja vu.

Asiento sin saber que decir, es la segunda vez que se presenta en toda mi trayectoria estudiantil a abogar por mi.

— Tía yo... — se que no hay una excusa valida para el grado de agresión que realice.

Me frustra ser así, me molesta no poder controlar cuando el monstruo sale de mi.
Levanto el rostro y me topo con sus ojos azules como los mios. Solo me sonríe y tomaun mechon rubio de mi cabello donde quita un pedazo de lo que creo es una uña, no mía claro.

— Rame tus padres han conversado bastante contigo como para que te diga por milésima vez lo que ya sabes. — dice serena y controlada.

Se que la manera en la que luzco ahora le trae recuerdo de sus pasado. Tengo salpicaduras de sangre en mi rostro y cuello, sangre en la ropa y en las manos, un corte en el labio y el cabello desordenado. Siempre supe que una de las razones por las que no me miraba en los primeros años de incidencias era por mi extremo parecido a él. Ya comparto rasgos físicos, pero en mi estado salvaje supongo que soy casi su imagen reencarnada. Cabello rubio y ojos azules, mi cara es parecida a la de mi madre con rasgos de mi tía, pero por algunas fotos se que la mirada, el cabello, el azul de los mios es diferente.

— Yo perdi el control...y lo único que lamento es no haber parado a tiempo, mas no de haberla golpeado — confieso.

Ella niega y suspira por tercera ocasión en lo que va aquí.

— ¿Qué pasó? Ella te dijo algo...o tú ...

Niego, aveces ella piensa que hago las cosas por algun gen malvado heredado.

— Ella menciono el asunto del padre de Luke— le digo sintiendo la ira volver a burbujear en mi.

Ella explaya los ojos y niega horrorizada.

— Dios... Es terrible. Luke no se merece eso, claro esta, pero eso tampoco es excusa para que casi la matarás. — ella me abraza y siento su olor a caramelo. — Rame, comprendo mucho esta situación creeme, pero no puedo justificar y de verdad solo espero que no te expulsen esta vez.

Hago una mueca, no quiero irme de la escuela, si me expulsan Luke quedara solo, solito con esa perra de Christine.

Y cuando empiezo a pensar en golpear a Christine de nuevo la puerta de la oficina del director se abre y los padres de Christine salen, la madre de ella no puede evitar soltarse a llorar al ver la sangre de su hija en mi y le sonrió. Mi tía ha visto mi expresión porque se tensa y me suelto de su agarre.

El padre de Christine me mata con la mirada y ambos desparecen por el pasillo. El director que hasta el momento había ignorado carraspea.

— Pueden pasar.

ENFERMO +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora