ENFERMO +21

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Holiiis, en la imagen la bella de Ro.

Capítulo dedicado a WildReadeer, gracias por siempre comentar, tus comentarios siempre me suben el ánimo.

Hoy no hay cancion lo siento, no tuve tiempo por la escuela. Este cap no es muy informativo respecto a lo de las mamás, de hecho les advierto que así serán los sig porque necesito que se formen lazos para que el golpe sea duro cuando suceda.

Ahora si a leer.
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Me estiro y ronroneo por un buen descanso y es que con Hage siento que puedo estar plena.

Hage descansa en mi abdomen ya que tuve que moverlo de mi pecho pues no podía respirar bien por el peso de su cabeza.

Se mueve y levanta el rostro para pasar sus manos por el.

— Buenos días — me dice con la voz ronca que solo lo hace ver más sensual de lo que ya es recién despierto.

— Buenos días — contestó y bostezo en medio de una sonrisa.

Él me toma de las piernas y se posiciona entre ellas restregando el bulto que guarda en sus bóxers apretados.

He estado caliente debido a la falta de sexo por su estado delicado, así que no tardó en mojarme de la exitacion.

— Dejame hacértelo...

Estrella su pubis contra el mío y eso me hace lanzar un gemido de necesidad.

— Es muy temprano...

El posa su boca en mi cuello y chupa con fuerza. Miró el techo de la habitación que se encuentra pintado de constelaciones.

— Hage... — la respiración se me torna pesada y siento que explotare.

— Lo siento, siento tu pulso en mis labios — dice contra mi piel.

— Mírame.

Él levanta el rostro y lo hace atendiendo a mi pedido.

— Creo que esto...esto... Yo creo que me...

Unos golpes en la puerta interrumpen la oración que estaba por decir y al darme cuenta mi boca se seca.

— Señorito Hage su hermana y abuela están por llegar, me han ordenado que todos estén listos.

La voz del mayordomo suena del otro lado de la puerta y me levanto rápido al saber que no tardará en ir a despertarme.

— De acuerdo, ya me levanto — contesta Hage monótono.

Los pasos del mayordomo alejándose me dan luz verde para ponerme una camisa de Hage y salir con cuidado para mi cuarto.

— Me iré ahora, no quiero que nos descubran.

Camino hasta la puerta y tomo el pomo cuando siento como los brazos de Hage me envuelven desde atrás, posiciona su cabeza en mi hombro.

— Soy tuyo Rossetta Fiorovic, he sido tuyo desde que te vi por primera vez — susurra con un tono grave que me hace estremecer.

— ¿A que viene eso ahora? — cuestionó intentando ocultar lo mucho que esas palabras me hacen sentir.

— Nunca fui de nadie, nunca nadie me había aceptado como tal, solo tú y no quiero que dejes de hacerlo, porque soy tuyo pero no estoy dispuesto a que me dejes ir.

Asiento apretando la mano en el pomo.

— Hage... No lo haré, no dejaré de aceptarte.

Giro y lo miró directamente a esos ojos que tanto amo y, de los que creo, me estoy enamorando.