— ¿Qué pasó? Ya habíamos avanzado Fiona.
Dentro del consultorio se encontrába Fiona con la cara tranquila, pero con la mente alterada. Su psiquiatra la miraba analíticamente.
La doctora la miraba tan detalladamente, conocía el lenguaje corporal de Fiona, y es que la chica sabía esconder las cosas a la perfección o al menos cerca de ella.
— ¿El monstruo regresó? ¿Es eso? — la doctora tenía la paciencia infinita con ella — Ya habías dejado de autolesionarte.
Fiona la miró por un breve segundo a los ojos y eso la delató.
— Entonces volvió...— la mujer se acomodo la corbata y se inclino hacia ella — Estoy empezando a pensar que ese monstruo del que hablas no vive en tu cabeza.
Fiona fingió que eso no le afecto, si no hablaba, la doctora lograría descubrir todo y eso no era bueno, conocía a Hage, eso traería problemas para todos.
— No... Yo solo... No quiero olvidar.
— Recuerda lo que hemos trabajado. Hacerte daño no te hará recordar mejor los momentos con tu madre, hay formas de no olvidar las cosas buenas y malas, el que te dejes de lastimar no hará que lo que sientes por tu madre desaparezca.
— El monstruo está más inquieto desde que ella llegó.
— Hablas de tu prima supongo. Cariño la llegada de esa chica no hará que dejen de amarte o que te abandonen.
Fiona no hablaba metafóricamente, ella decía la verdad con eso, era experta en ocultar el verdadero sentido de sus palabras y por eso mismo era todo un desafío para la psiquiatra..
— Debes de deshacerte del monstruo ya lo hemos hablado. No mejoraras solo con mi ayuda, debes poner de tu parte.
— Si me deshago de él... Me odiaran.
— ¿Quienes?
— Mi familia, mi abuela, todos...
— ¿Pero porque? Tu me has dicho que ese monstruo puede llegar a ser peligroso para ellos ¿cierto? — Fiona asintió — Entonces hazlo, no temas.
— Si lo hago seré feliz, pero eso no hará feliz a muchos.
— Cariño debes de buscar esa felicidad, pero una fija. No tengas miedo a la felicidad.
Fiona asintió y en su cabeza paso la idea de saborear la libertad y ser feliz. Debía deshacerse del monstruo que la atormentaba, ese que no vivía ni en su piel ni en su mente, ese que vivía con ella en casa, ese al que la vida lo hizo ser su hermano. Sabía que tal vez la encerrarian por eso, pero encerrada se sentiría más libre de lo que se sentía ahora.
— Veo que no has dormido bien, te recetare pastillas para dormir y las dosis para tu trastorno permanecerán tal cual, no quiero elevartelas y que choquen con las pastillas. Le enviare el correo a tu abuela. — la doctora se puso su bata para escoltar a Fiona a la sala donde sus familiares la esperaban.
Mika y Dago estaban jugando pelea de pulgares cuando vieron a su prima acercarse.
— Aquí esta su prima, nos vemos en un mes Fiona, hasta luego chicos.
— Hasla luego doctora Price.
Fiona espero a que la doctora se fuera.
— Tengo sed...
— Yo iré por agua para ti, quedate con Dago mientras sale Hage — dijo Mika para ir por agua.
Si Dago se quedaba le pondría difícil el conseguir lo que quería.
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ENFERMO +21
Tajemnica / ThrillerCuando lo prohibido entra, el pecado abunda. Eso lo sabías. Era prohibido y no me detuve, era enfermizo y lo ignore. Ahora ya no hay marcha atrás...y me lamento por eso, me lamento tanto. ...... Todos los derechos reservados© se prohíbe alguna cop...