ENFERMO +21

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Holis, vengo con cap nuevo y este va dedicado a SalmaSalas pues gracias a esta bella tenemos el playlist de Enfermo, gracias bella.

Como siempre les recomiendo leer con la canción del multimedia, sobre todo a partir de la segunda mitad.

Bueno ya. Ahora si a leer.
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Will me mira sin saber que hacer y yo solo me limitó a sujetar a mi prima que evidentemente esta siendo dañada por las palabras de Teddy.

— ¿Por qué le gritas eso? — pregunta Will y Teddy sólo niega asustada.

— El monstruo tiene ese color — dice hipando.

Will la abraza escondiendo su cabecita en su pecho mientras Fiona se aferra a la tela de mi vestido.

Levantó por completo a Fiona del todo y ella no deja de taparse el ojo que esconde un hermoso azul.

— Yo... Yo lo siento tanto — murmura Fiona.

— Me la llevaré — le digo a Will y él asiente con pena.

Fiona camina a mi par aún sujetando mi ropa mientras cubre su ojo. Se supone este día sería diferente a lo ocurrido, pero es cierto que nada es seguro.

Salgo de la casa de Will mientras busco un lugar donde sentarnos, camino un par de calles, no tan lejos pero tampoco tan cerca de la casa. Doy con unas bancas bajo un árbol en lo que parece ser un lugar de descanso. Siento a Fiona que aún tiembla y seguidamente me le uno.

— Hey... Tranquila...

— Ella me llamó... Ella me dijo monstruo...me comparó — dice con la voz ahogada mientras baja lentamente la mano de su rostro logrando mostrar el azul hermoso que posee.

— No lo eres, Teddy solo tuvo un ataque de pánico...

— Uno que yo provoque — mira a la nada — Porque me parezco a él.

Niego, ella no se parece al monstruo que lastimo a Teddy, sé que tal vez el animal tenía los ojos claros, pero Fiona no es un monstruo.

— No te pareces a lo que la atacó, estoy segura.

Ella posa su vista en mi y ladea la cabeza, se pierde observandome y por un mísero momento el miedo de que pueda tener un ataque y me lastime, surge.

— Aveces se me olvida lo ingenua que puedes ser — dice con un cambio de humor repentino, pues su voz ha sonado brusca.

Sacude la cabeza y suspira volviendo a cambiar su ánimo.

— Mejor vamos al restaurante...

— Ro... — intenta tocar mi rostro y al ver mi cara de terror se abstiene con una mueca de tristeza que me hace sentir mal — Te pareces a mamá... No puedo odiarte por eso... No eres amable ni educada, no dices buenos días, ni tardes ni noches, pero emanas algo que ella emanaba: Belleza y comodidad.

Pestañeo sin comprender cómo el tema cambió de un momento a otro. Todo demasiado fugaz.

— Tengo que trabajar en mis modales— contesto.

— Te pareces a mamá. Cuando me has abrazado me he sentido cerca de ella... Creo que entiendo porque él no puede dejarte...

Algo me perturba en esa frase. Yo no podría tener sexo con alguien con el rostro o parecido de mi padre.

— Él... Me besa y ¿piensa en su madre al mismo tiempo? — pregunto para mí misma.

— ¡No! — dice alarmada Fiona ante mis palabras que evidentemente escucho — Te ve como Rossetta...