Hage Diederich IV

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Trina Kingston leía en su habitación mientras tatareaba una canción. La sed la hizo levantarse por agua. Mientras caminaba por los pasillos y bajaba por las escaleras se topo con Jacquetta Kingston.

— Sabía que no podrías estar tranquila — pronunció Trina divertida y Jacquetta rodó los ojos fastidiada.

— Tampoco es como si fuera lo único que me ha movido para venir, cuñada— dijo esta remarcando la última palabra y Trina sonrió divertida.

— Si, no lo creo — dijo mientras miraba a su cuñada que se encontraba bien vestida como siempre — Querías ver como es la chica.

— Tal vez o tal vez solo quería visitar a mi suegra — contestó Jacquetta midiendose con Trina.

— Aja si claro, sabes que nuestra suegra no es muy importante para ti — el tono de Trina al hablar era raramente mordaz y en esta ocasión lo era.

— No juzques, Trina. Puedo ser una perra, pero eso me convierte en una sin sentimientos. Esta familia me importa.

— De acuerdo, calmemonos. Bajemos por vino así me cuentas como te fue en Londres.

Jacquetta aceptó la propuesta y ambas bajaron juntas.

— Me enteré que firmaste contrato con una familia importante — dijo Trina mientras bebía vino.

Jacquetta asintió.

— ¿Quienes? — preguntó realmente interesada Trina.

La diferencia entre ambas mujeres está abismal, una era como una caminata por el prado o un concuerdo de remar en la playa, la otra era caminar por las calles de Nueva York comprando todo tipo de cosas o ir en yate por la playa mientras bebés un mojito. Ambas eras diferentes, pero aún con sus diferencias lograban congeniar. Después de todo eran las únicas en la familia que eran Kingston por sus esposos.

— ¿Ves esto? — preguntó Jacquetta y Trina asintió — Es esta familia con la que firme.

— Es maravilloso. Los Wembley son personas importantes a nivel mundial, son como la realeza pero en el mundo de las bebidas alcohólicas. — pronunció fascinada.

— Es un trabajo importante que me mantendrá fuera por largos plazo de tiempo — Jacquetta bebio de un golpe lo que quedaba de vino en su copa. — Por eso vine. El próximo mes me iré y tal vez no regrese por un lapso de tiempo largo.

— Y yo pensando que era por Rossetta.

Jacquetta soltó una carcajada leve y junto con Trina se encaminaron a sus habitaciones.

— También por eso, esa chica demuestra fortaleza y en esta vida la debilidad te conduce a la muerte — dijo Jacquetta mientras ambas subían las escaleras.

— ¿Crees que Rhoslyn nunca le dijo sobre nosotros por eso?

Jacquetta cambio su postura relajada por una tensa.

— Una parte de mi siente que nos equivocamos.

— ¿Y si es así? — preguntó Trina con culpa y miedo.

— Nos iremos al infierno.

Después de eso ambas mujeres no pronunciaron palabra alguna y decidieron ir ha acostarse.

Hage deambulaba por los pasillos y con una llave abrió la puerta de Rossetta.

Nunca se cansaría de verla. Ella era como una droga para él, tan adictiva, tan dulce. Quería probar el sabor de la todo su cuerpo, sus labios ya no eran suficientes y su ereccion pedía hundirse en ella.

Hage se acercó a ella lentamente y se posicionó a un lado de donde la cabeza de la chica se encontraba.
Se agachó y miró si rostro angelical. Quería tocarla sin necesidad de contenerse y el encuentro de hoy la había hecho titubear. Sabía que caería pronto. Todos sus esfuerzos habían funcionado, ella estaba confundida y eso la hacía manipulable.

Acercó su boca a la de ella y la beso, la beso con la delicadeza que no poseía, rozó sus dientes con la lengua y chupo con fuerza medida el labio inferior de la pelirroja.

Su verga palpitaba y dolía, necesitaba estar dentro de ella. Masturbarse ya  no era suficiente.

Soltó la boca de la chica y con voz jadeante pronunció : — Eres mía, siempre serás mía.

Salió de la habitación sin percatarse que en la oscuridad Fiona lo observaba.

Fiona estaba aterrada y el que no pudiera hacer nada la mataba.

Él estaba manipulando a Rossetta y Fiona lo sabía. Esos ligeros toques, su aroma, los encuentros aparentemente inesperados, todo, era parte de su plan para tenerla, y eso Fiona lo sabía.

Rossetta no tenía oportunidad y eso... Fiona también lo sabía.

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Cameos por todas partes. Cuando termine BM creo que me dedicaré de metido a Intended y a Enfermo.

Lamento no publicar seguido, últimamente me mantienen ocupada.

ENFERMO +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora