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En la imagen Trina, Jacquetta y Helge de jovencitos.

Hoy vine con actualización por que mi amada Eva Muñoz me ha hecho feliz.

Por favor lean la nota al final, y léanla completa, ahora si a leer.
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— Bueno, mi niña espero se cuiden bien, ya he dado instrucciones en la casa para que traten a Hage, iré en cuanto Fiona salga — la abuela aprieta mi mejilla.

Hage y Dione ya han subido al yet mientras yo estoy hablando con la abuela.

— No te preocupes abuela, estaremos bien — le digo y ella me abraza, no batallón, me dejo llevar y disfruto de él abrazo.

La abuela huele a hierbabuena y a galletas, es maternal.

— Esta bien, momento de irse, linda.

Doy la vuelta y me subo al yet, me siento rara, todo lo que ha pasado en Nueva York estos días me han dejado un sabor agridulce. Me ha encantado convivir con la familia, pero lo de Fiona y Hage me ha dado un mal momento.

Ya sentada lejos de Hage y Dione, me limito a recordar lo que tengo que hacer al llegar a la casa.

Mi celular suena y veo el nombre de Thiago en el, deslizó para contestar y pego el aparato a mi oído.

Zovem te cijeli dan — dice Thiago y noto molestia en su voz.

Creo que en definitiva esta molesto ya que esta hablando en nuestro idioma natal.

— Dione — la llamo y ella voltea, Hage esta durmiendo en un sillón cama pequeño — estaré hablando en croata así que no te sientas rara.

— Ooh ok, me encantará escucharte aunque no entienda nada — dice y alza el pulgar para continuar con su lectura.

—Thiago? — preguntó y el me dice lo mismo, que me ha estado llamando todo el día — Oprosti...Mislio sam da ćemo razgovarati na engleskom.

Ponekad želim razgovarati na našem materinjem jeziku.

Suspiro, tiene razón, no debo de prohibirnos hablar en croata.

— Dobro, samo za danas.

Jeste li nešto otkrili?

Me golpeo mentalmente por no haberlo hecho, todo lo que pasó me distrajo mucho y no investigue más.

— Ne — me muerdo la uña.

Thiago suspira y me dice que debería de priorizar mis cosas.

— Nazvat ću te kasnije — le digo y cuelgo.

— ¿Terminaste? — pregunta Dione sin despegar la vista de su libro.

— Si —  guardo el celular.

—  He de admitir que me encanta oír a mis primos hablar en otro idioma... Es como si fueran de otro mundo —  dice y ríe al final.

— ¿Primos? —  pregunto y me acerco a ella para sentarme al frente de ella y a un lado de Hage.

— Este jovencito y Fiona hablan alemán —  sonríe y apunta a Hage —  De hecho Hage lo habla más que Fiona, ya sabes, Fiona no convivió lo suficiente con su papá para aprender el idioma, Hage por otro lado lo hablaba poco y con clases a las que su mamá lo llevó lo reforzó.

Aveces se me olvida que son mitad alemanes.

— ¿Qué lees? —  pregunto al ver la tapa del libro.

ENFERMO +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora