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Hola de nuevo, les dejo este capítulo escrito con lágrimas para que disfruten.

Quiero que conozcan una parte de la Rossetta que se esconde.

Les recomiendo como siempre leer con la música de fondo, en especial esta del multimedia en todo el capítulo de ser posible

Ahora si les dejo leer.
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Thiago toma mi mano mientras me da un beso en la nariz y luego apoya su frente con la mía.

— Te amo, Rossetta te amo tanto y me duele — la voz se le quiebra.

Mis ojos empiezan a dejar escapar lágrimas y mi garganta apenas puede retener el sollozo que quiere surgir. Lo abrazo, suelto su mano y lo abrazo fundiendome en su aroma y calor.

— También te amo...también te amo, siempre te voy a amar — le digo llorando y me aprieta contra él.

— Desearía que nuestra vida fuera diferente, porque así yo podría demostrarte cuanto mereces.

Mi novio, mi primer y único amor, mi vida, mi amigo, mi confidente, parte de mi todo. Tenemos que dejarnos ir.

— Prometeme que sin importar que, mi dolor será el tuyo y el tuyo el mio, que incluso...incluso si tu destino se cruza con el de otra persona jamas me olvidarás — le ruego aferrandome a su chaqueta, aferrandome a su existencia

Mi corazón se retuerse y mis pulmones arden dificultando mi respiración, mi cabeza da vueltas y lloro fuerte. No lo quiero lejos, no lo quiero con alguien más, no lo quiero en otros labios, lo quiero a mi lado, lo quiero caminado a mi lado por el resto de mi vida, lo quiero esperándome en casa, lo quiero en mis noches besándome hasta caer dormidos, lo quiero en nuestra vejez contándoles a nuestros nietos como nos conocimos, lo quiero muchísimo, pero no lo necesito ahora, no podemos darnos el lujo de querer estar juntos cuando necesitamos otras cosas.

Mi mamá esta enferma y su abuela también, la escuela está matandome que creo que la dejaré pronto y los trabajos de medio tiempo están consumiendo mi cuerpo. Él tiene que trabajar y estudiar y no encontramos un momento para nosotros, no podemos vernos y solo nos distraemos entre nosotros. El amor que nos tenemos debe ponerse en pausa y ambos lo sabemos, pero ambos estamos sufriendo por esto.

— Lo prometo, prometo siempre estar en tu vida de una u otra forma, prometo que siempre estaré contigo, tal vez no de la forma en la que merecemos estar, pero siempre serás parte de mi existencia — me separa y sus ojos me miran con pesar, hay tempestad en nuestras almas.

— Te amo Thiago.

— Te amo Rossetta.

Me besa y envuelvo mis brazos en cuello profundizando el beso, nuestro labios se adoran y danzan una melodia triste, una melodia agria. Sus lágrimas y las mías hacen parte del beso.

El recuerdo pasa rápido dentro de mí cabeza. Todas esas veces tomados de las manos, todas esas veces riendo, todas esas veces curando las heridas del otro, todas y cada una de esas veces que estuvo para mi. Las veces que robo comida de su trabajo para dármela porque no tenía que comer por darle a mi mamá, las veces que le pidió a su abuela hacerme faldas con tela de segunda, porque era lo que podía comprar para mi, porque mi ropa estaba desgastada. Todo lo que hizo por mi por amor, por devoción y lealtad, todo surge en mi.

Me abro paso a la habitación y la abuela cierra la puerta.

— ¿Estas bien linda? — su rostro muestra calidez y preocupación.

ENFERMO +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora