Capítulo 51

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He estado rayado.
He estado, estoy y sigo estando rayado.
Tengo la cabeza dándome mil vueltas desde ayer, desde que me sentí raro cuando le dije todo lo que me gustaba de ella a ella misma. Me removió todo dándome cuenta de la realidad de la situación, me hizo pensar en todo y llegué a una conclusión que no debía o que no quería darme cuenta.
Nunca me había parado a pensar en las cosas que me gustaban o que me llamaban la atención de Erica, tenía una idea más o menos de lo que me gustaba, pero nunca me había parado a pensar en todas ellas. Y mucho menos decirlas en voz alta, ni menos aún, decírselas a ella a la cara.

Se me hizo raro, jodidamente raro.
Pero porque no sabía o no era consciente de que me gustaban tantas cosas de ella, ni físicas ni personales.
No imaginaba que al decir todas esas cosas en voz alta –y al pensarlas también– algo se iba a mover dentro de mi. Cuando empecé a procesar todo lo que había dicho y lo que estaba diciendo, senti algo hacer un 'click' dentro de mi.
Me sentí raro, fue una sensación muy extraña.
Sentí mi corazón acelerarse y por un momento, me puse nervioso. Todo se acumuló en mi cabeza, y después al procesar todo, me di cuenta de la realidad, de lo que me pasaba con ella y me venia pasando desde hace un tiempo atrás. Fue un empujón a la realidad.

Durante el día estuve bien, intentaba no mostrar que me sentía raro, pero estuve todo el día con la cabeza saturada y pensando en lo mismo. Hacia tiempo que no me rayaba tanto de esa manera, aunque intentaba no pensar demasiado y disfrutar con mis colegas.
Pasé tiempo con los demás en la piscina, después a la hora de comer comimos fuera de casa y estuvimos toda la tarde fuera visitando diferentes lugares de Miami. Y no voy a mentir, estuve toda la tarde alejado de ella y estando con mis colegas.
Quería estar con ella pero a la misma vez no quería, me ponía nervioso estar cerca suya por alguna maldita razón sin venir a cuento.
Y por la noche cenamos fuera también y después al llegar, estuvimos en el jardín escuchando música, tomando y estando un rato todos en la piscina.
Más tarde nos fuimos a dormir, aunque yo fui de los primeros en irme, me apetecía estar a solas y aclarar mi cabeza. Aunque no aclaré nada, estuve dándole mil vueltas, sintiéndome extraño.

Desde que dije todo lo que pensaba y todo lo que me gustaba de Erica, algo dentro de mí pareció despertar, choqué con la realidad de lo que me pasaba y lo que seguramente llevaba pasándome hace meses. Siempre lo he negado, siempre negaba que no sentía nada más allá que atracción física y sexual. Pero ayer me di cuenta de que había algo más que eso, algo más profundo y que negaba. No quería aceptarlo y tampoco quiero aceptarlo ahora, me niego.

Intento pensar que no es verdad, que todo es mi imaginación, pero lo es. Es verdad. Tengo sentimientos por Erica, no es enamoramiento, pero me gusta. Me gusta de verdad, me gusta para algo más que simplemente follar. Me gusta estar con ella y pasar tiempo con ella; follar con ella, estar a su lado y dormir a su lado.

Mierda.
Estoy jodido, muy jodido.

Necesito beber alcohol para olvidarme de todo, para olvidarme de esto que creo que siento y para despejar mi cabeza.

Joder.
Me niego a aceptar que siento algo por alguien, que alguien ha calado en mi, que ha conseguido atravesar mi coraza la cuál me protegía para que nadie llegara a mi y que ha conseguido que llegue a gustarme, cuando estaba convencido de que nadie me iba a gustar nunca, ni que nunca tendría sentimientos por nadie.

Necesito despejarme y divertirme, necesito estar con otras tías, para hacerme ver a mi mismo que lo que se me ha "encendido" en mi interior es una tontería que no es real y que no es lo que imagino que es. Aunque en el fondo lo sé, me niego a aceptarlo.






—Hey. ¿Te ocurre algo?
–habla Theo a mi lado.





Estamos sentados en la mesa del jardín, pasando la tarde mientras jugamos a las cartas, aunque ya hemos acabado la partida hace unos minutos. Pero ha habido un momento en el que mi mente ha salido del juego, en el que solamente me he centrado en mis pensamientos y he estado en modo ausente.
Mi mente durante la partida estaba todo el rato pensando, con mil pensamientos acordándome.

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