Capítulo 45

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Kian





Me despierto poco a poco, abriendo los ojos lentamente, encontrándome sumamente relajado.
Al abrir los ojos al completo lo primero que veo es pelo castaño-rubizo frente a mí.
Estoy abrazado a ella, con mi brazo por encima de su cuerpo delgado y tatuado, aferrado a ella como si me fuera la vida en ello. No sé en qué momento la he abrazado así, pero estoy cómodo.
Ella tiene su espalda pegada a mi pecho y su mano puesta sobre la mía con nuestros dedos entrelazados. Un olor a perfume llega hasta mis fosas nasales y me doy cuenta de que viene de ella.
Sigo en la misma posición, cierro los ojos relajándome, aunque no puedo dormir.
No sé qué hora será, pero no me apetece levantarme ni moverme de la cama, ni si quiera moverme de ella ni un milímetro. Estoy tan a gusto, relajado y cómodo que me apetece disfrutar de este momento.

Podría decirse que me he levantado incluso con buen humor, cosa rara en mí ya que normalmente me despierto de mala hostia y odiando al mundo.
Noto como se remueve y cómo se separa ligeramente de mi, pero aprieto ligeramente mi brazo en su cuerpo para que no se mueva, no quiero separarme de ella. No quiero que este momento se acabe.
Erica vuelve a moverse pero esta vez sobre sí misma y debajo de mi brazo, dando la vuelta y quedando frente a mi, cara a cara. Sube la mano a mi pecho, dejándola ahí apoyada. Está profundamente dormida, tiene los ojos cerrados y su pecho sube y baja despacio.
Me quedo observándola fijamente, observando su rostro; tiene el ceño ligeramente fruncido, sus párpados aún tienen maquillaje de ayer y sus labios sin una gota de labial y ligeramente hinchados por el ajetreo de anoche.
Hay algún chupetón apenas notable por su cuello y por su pecho, siendo el chivato de nuestra noche.
Está tapada hasta el pecho con la sabana blanca, durmiendo plácidamente. Me fijo en su perfecta nariz y en el piercing de aro plateado que decora una de sus aletas nasales, al igual que como yo, pero ella solamente lo tiene en un lado.

Es guapa, muy guapa.
Esta buenísima, tiene un cuerpo espectacular que vuelve loco a cualquiera. Es una diosa absoluta. Y me vuelve loco.
No es mentira, no se lo dije ayer porque estaba en media faena, si no, porque lo prendo de verdad.
Me pone, me pone muchísimo. Y me vuelve jodidamente loco cuando estoy cerca de ella o muy pegado, me explota la mente y pierdo la cordura y el control. Tengo ganas de tocarla, de sentirla y de besarla. Por supuesto que de llevarla a la cama también, además, es muy buena en el sexo y eso me encanta.

Su brazo tatuado se mueve y se estira a lo largo de mi pecho, abrazándome. Con ese movimiento a acercado su cuerpo al mío quedando otra vez muy pegados. Sonrío al sentirla tan cerca y miro hacia sus labios de nuevo, con la tentación y ganas de besarle de nuevo.
Frunzo el ceño, cierro los ojos fuertemente y llevo mis manos hacia mi rostro tapándome la cara.

¿Qué cojones me está pasando?
¿Por qué estoy pensando así?

Nunca suelo quedarme a dormir en la misma cama después de tirarme a alguna tía, ni mucho menos quedarme acostado y observándola cuando me despierto con ella. Ni tampoco de querer pasar tiempo con ella en la cama después habernos acostado. Y no sé qué coño tiene Erica, que me ha hecho hacer eso solamente con ella. Me siento raro, jodidamente raro.

Me destapo el rostro y abro los ojos, la claridad de la habitación me recibe y me vuelvo a girar hacia ella observándole de nuevo. Joder. Me siento bien a su lado, me siento extraño porque nunca me ha pasado esto anteriormente. Nunca he sentido las ganas de estar con una tía por más tiempo en la cama después de follar y con ella sí tenia y tengo ganas de pasar tiempo. Ya sea abrazados, juntos o compartiendo tiempo. Sin hacer nada, solamente disfrutando de su compañía.

Mierda.
Quien me escuche va a pensar que estoy enamorándome cuando no es así.
Joder.
No quiero pensar en nada más, quiero callar a mi mente y dejar de pensar en cosas que no son.
Esto es solo sexo sin compromiso, nada más.
Somos amigos y disfrutamos del sexo, no hay nada más entre los dos, además de tensión sexual y conexión.

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