Capítulo 26

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Estamos en la pista de baile, bailando todos, riendo y disfrutando de las canciones que está poniendo el DJ: una mezcla de canciones pop de ahora y canciones R&B y hip-hop.
Me muevo al ritmo de la canción que está sonando ahora, mientras que voy dándole pequeños tragos a la copa que tengo en mi mano, teniendo cuidado de que nadie me empuje y ésta se derrame.
Un brazo tira de mí de repente y miro hacia la persona que me tiene agarrada, cuando aparece frente a mi Miles sonriéndome y guiñándome un ojo para que le siga el rollo en el baile.
Río y me engancho a su cuello pegándome a él mientras que bailamos pegados al ritmo de la canción. A los dos minutos me doy la vuelta colocándome de espaldas a él, sus manos agarran mis caderas mientras que hago movimientos de twerking meneando las caderas y ambos reímos a carcajadas por el baile tan desastroso pero divertido que estamos haciendo. Aunque no se nos da tan mal.

Los chicos se colocan a nuestro alrededor gritando y silbando por el baile, mientras que nos animan y ríen.

Miles me da la vuelta haciendo que de un giro sobre mi misma al cambiar de posición de baile y choco contra su pecho. Coloca su brazo por detrás en la parte baja de mi espalda sosteniéndome por el movimiento tan rápido y que podría haberme tropezado, y ambos reímos a carcajadas después. Nos separamos cuando la canción termina y seguimos bailando a nuestro rollo, juntos pero separados, mientras que cantamos la canción de Post Malone que ahora está sonando en la discoteca.

Miro alrededor de la discoteca mientras que llevo la copa a los labios para darle un sorbo, por suerte todavía está medio llena y no ha habido ningún accidente ni se ha derramado ni una sola gota. Y realmente me sorprende que con tanto baile ajetreado, siga intacta.
Al mirar entre las personas que hay a un par de metros de distancia, noto una mirada sobre mi.
Y veo esos ojos intensos mirarme a través de las luces coloridas de la pista de baile, tiene una sonrisa en el rostro, una sonrisa típica de haber visto algo que le ha parecido gracioso y que le ha gustado, y puedo intuir que es por el baile que he hecho hace dos minutos atrás con Miles.

Hacia un rato largo que no le veía.
Antes de haber bajado todos a la pista de baile, él ya no estaba. Hacia cómo media hora que no le veía.
Me importa realmente poco su presencia, pero lleva toda la noche entera con todos nosotros y llevaba un gran rato que había desparecido, me parecía extraño.

Nuestras miradas se cruzan y nos quedamos mirándonos fijamente, hasta que desvío la mirada cuando Raban me llama para preguntarme algo, llamando mi atención.

Realmente las miradas entre Kian y yo no han cesado durante toda la noche, desde el momento intenso, corto y extraño que tuvimos hace dos horas atrás, no habíamos dejado de mirarnos por algún motivo. De vez en cuando nuestras miradas se encontraban, tal vez sea por casualidad o tal vez se buscaban. Pero todo demasiado lejos de la palabra amor.



—... vale, entonces ya lo hablamos. Te dejo, voy a por otra copa.




Asiento con la cabeza y le hago una seña con la mano. Él me guiña un ojo y sonríe, pasando por mi lado y desapareciendo entre las personas.

Me doy la vuelta hacia delante uniéndome a la conversación que están teniendo los chicos, quienes dicen de volver al reservado para descansar ya que llevamos bastante tiempo aquí de pie y las últimas canciones que están poniendo no valen demasiado.




—¿Vienes?
–pregunta Billy mirándome y haciendo un gesto con su cabeza apuntando hacia el reservado.


—Voy a quedarme aquí un poco más.





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