Capítulo 13

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Kian

Le doy una última mirada de arriba a bajo antes de marcharme. Veo cómo frunce el ceño y entrecierra sus ojos, mirándome fijamente totalmente seria.
Río y miro hacia delante siguiendo mi camino y andando hacia la dirección donde están mis colegas.

No iba a acercarme ni a decirle nada, pero estaba caminando por el mismo camino por donde yo también tengo que ir, y tenía que hacerme notar.
Me he dado cuenta de su presencia y aunque sé que ella ha intentado en un intento fallido en que no la reconociera y pasar desapercibida, no ha funcionado. Le había visto igualmente.

Cuando llego hacia ellos me siento en el sofá donde antes de irme a por alcohol estaba sentado y saludo a otros amigos que acaban de llegar recientemente y hablo con ellos. Desvío mi mirada hacia la gente mientras que doy un trago al vaso, cuando a lo lejos pasando entre las personas veo a Thatiana caminando hacia nuestra dirección.
Al llegar hacia nosotros saluda a todos con un choque de puños hasta que llega a mi, guiñándome un ojo acompañada de una amplia sonrisa y chocamos ambos puños después.
Se quita la chaqueta dejándola en el respaldo del sofá y se sienta a mi lado, en el hueco libre que hay.

—No esperaba que vinieras hoy. Hace semanas que no te dejas ver.
–hablo mirando hacia ella.

—He estado liada. Ya sabes... –ríe– no iba a salir hoy, pero me dijo Theo que estaríais aquí y me apetecía veros. Además, dices de mí, pero tú tampoco te dejas ver ¿eh?

—He estado liado.
–respondo lo mismo que ella.

Me encojo de un hombro y doy un trago al vaso de nuevo.
Thatiana me mira fijamente mientras que alza una de sus cejas.

—Podías haberme llamado al menos.

—Sabes que no soy de llamar. Además, ya sé que has estado en buena compañía estas semanas.

Thatiana se sonroja y ríe; —Sí, he estado bastante bien... Pero bueno, volviendo al tema, al menos ya nos hemos visto hoy al fin.

—¿Vas a estar mucho tiempo aquí o solo un rato?
–hablo de nuevo cambiando de tema.

—Hasta que os vayáis. He venido para estar con vosotros, que sé que me habéis echado de menos.
–dice moviendo ambas cejas y riendo.

—Tampoco creas que demasiado.
–dice Eddy picándola e introduciéndose a la conversación de ella y yo.

—Sabéis que si, no os hagáis los duros –rueda los ojos– voy a por algo de beber, en seguida vuelvo.


Se levanta del sofá sin añadir nada más y sin esperar a que le contestemos algo. Se hace paso y le veo desaparecer en medio de la multitud de la gente perdiéndola de vista.
Desvío la mirada del camino por donde ella ha desaparecido y miro alrededor de la discoteca viendo el ambiente que hay hoy, observando pasar a las personas de un lado a otro y a las que están en la pista de baile todos bailando al ritmo de la música mientras que algunos bailan solos, otros pegados y casi todos tomando.

Me reincorporo clavando mis codos en mis rodillas para estar más cómodo y así poder observar mejor, esperando encontrar a alguien que merezca la pena conocer ésta noche. Aunque tampoco busco nada.

Entre las personas que están en la zona de baile, capta mi atención una chica de cabello largo y vestido ajustado que está moviéndose al ritmo de la canción mientras que baila con demás personas y toma de vez en cuando de su vaso de alcohol.
Por las luces de colores que alumbran toda la discoteca me cuesta reconocer de quien se trata, pero cuando gira de repente veo su rostro y de inmediato la reconozco. Ahora está bailando con un chico pegada, mientras que ríe y se mueve al ritmo.


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