Capítulo 74

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Kian


No me jode el hecho de que Gonzo se haya follado a Erika, que también, me jode el hecho de que me desahogué con él y le conté las mierdas que me ocurrían con ella y cómo me sentía, y me jode que se lo haya pasado por los cojones y se la haya tirado.
Es mi amigo de la infancia, es mi amigo de toda la vida y es mi mejor amigo aparte de Theo, y me jode que se haya acostado con la única chica que me importa y con la que tengo algo especial; es sólo sexo sin compromiso, pero tenemos una conexión especial. Con otra tía con la que he estado de lío o con quien me ha acostado no me hubiera importado que él también se la hubiera tirado, pero no con Erika. Con ella me molesta.
Y me suda los cojones que ellos sean amigos y entre ellos hubiera algo mínimo hace años atrás.

Sí, me ha dado celos, y sí, me ha molestado. Joder, claro que me ha dado rabia y me ha jodido. Sobre todo lo que ella ha estado contándome en ese juego de mierda, por eso yo también estaba diciendo cosas sin sentido y la mayoría falsas.
Después de acostarme con ella el otro día sólo me tiré a una chica a los tres días, pero fue un polvo rápido en el baño de una discoteca; no sentí nada, sólo me puso caliente y me la follé. Pero no es como cuándo estoy con Erika, todo se siente diferente. No siento nada por ella, que me gusta y me atrae es un hecho, si no no hubiera repetido más de una vez con ella, y sé que a ella le ocurre exactamente lo mismo conmigo.

Cuándo le dije que me importa lo decía de verdad. Erika me importa, me preocupo por ella y cuido de ella si es necesario porque eso es lo que hace alguien cuando le importas. Al fin y al cabo somos amigos, amigos que follan, pero amigos al final.
Aunque si soy sincero, no entiendo por qué cojones me ha dado celos, pero de tan solo imaginar a mi amigo tocándola como yo lo hago y que haya visto su cara de placer como yo lo hago cuando estamos en el acto... me hierve la sangre.
Sé que lo hace con otros, y me da igual, son polvos insignificantes y ella está soltera y es libre de hacer lo que quiera. Pero que lo haya hecho mi amigo, no soporto la idea.




—¿Vas a seguir sin hablarme más rato? Porque si es así me piro.
–habla Erika y noto su mirada clavada en mi.



—Será lo mejor. No tengo humor para estar contigo hoy.
–respondo mirando a mi móvil mientras llevo el cigarro a mi boca.



—¿Eso es lo que quieres? Vale, perfecto.






Miro hacia ella de reojo y veo que se ha levantado del sofá y está caminando hacia mi habitación, supongo que para coger sus cosas y su ropa e irse.

No quiero que se vaya, quiero que se quede. Quiero disfrutar de su compañía y estar con ella, pero el enfado que tengo es más grande que las ganas. Porque por otra parte no quiero estar con ella, quiero estar a solas conmigo mismo y tratar el enfado que tengo solo conmigo a solas.

Aparece después en el comedor ya vestida con la ropa que llevaba anoche.




—No entiendo este drama tuyo. Pero bueno, no te preocupes que ya me voy.
–dice andando hacia la salida.



—Ya te lo he explicado antes.
–respondo y aparto la mirada de ella.



—Tú explicación es una mierda. Cuando se te pase, ya hablaremos. Si es que yo en ese entonces quiero hacerlo.



—Adiós.
–respondo sin mirarla, con la mirada clavada en mi móvil de nuevo.





Erika no dice nada, no me responde. Pero veo de reojo cómo camina digna y seria hacia la puerta principal. Miro su culo moverse hacia la salida, pero cuando abre la puerta para marcharse, se gira hacia atrás y yo aparto la mirada de ella de golpe.




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